Agrupaciones religiosas y activistas están entrenando a cientos de voluntarios en todo el país para que sean parte de una Red de Respuesta Rápida, capaz de movilizarse con velocidad y enviar gente que documente los arrestos de inmigrantes, les ayuden a conseguir asesoría legal y los apoyen a ellos y a sus familias a hacer frente a los procesos judiciales