El presidente Donald Trump dijo que buscará apartar de su estricta política migratoria a la industria agrícola del país ya que esta emplea a una importante fuerza de trabajo extranjera a la que, por lo general, otorga visas de trabajo temporal.
La decisión de Trump se dio conocer este lunes luego de mantener una reunión el mes pasado con sectores agropecuarios y funcionarios del ramo, informó Reuters.
“Él nos aseguró que tendríamos pleno acceso a trabajadores”, dijo Zippy Duvall, presidente de la Federación de Agricultores de Estados Unidos, uno de los 14 participantes de la reunión que Trump tuvo junto con el secretario de Agricultura, Sonny Perdue.
Durante la conversación sobre agricultura, granjeros y representantes del sector pusieron sobre la mesa los temas de trabajo e inmigración. Algunos de los asistentes le confesaron al presidente que no hay voluntad de parte de estadounidenses de ser parte de la fuerza laboral agrícola debido a su dificultad.
También le dejaron saber a Trump su preocupación sobre la estricta política de inmigración y expresaron su frustración por el programa de visas H-2A, que es la única vía legal para traer a trabajar por temporadas a trabajadores agrícolas inmigrantes.
La Casa Blanca, no obstante, declinó dar comentarios oficialmente sobre la reunión, pero la describió como “muy productiva”. El Departamento de Agricultura tampoco respondió a una solicitud de la agencia de noticias Reuters.
Según datos de la Encuesta de Nacional de Trabajadores del Campo del Departamento de Agricultura, cerca de la mitad de la fuerza laboral del campo es indocumentada y más de dos tercios provienen del extranjero.