Aunque periódicamente los legisladores latinos en Sacramento suelen recibir amenazas, a partir de noviembre, justo con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, los mensajes intimidatorios han aumentado.
A principios de año, el líder del Senado, el demócrata de Los Ángeles, Kevin De León recibió un mensaje que comenzaba diciendo: “querido mexicano corrupto“. Y terminaba con la frase: “Ya muérete“. Era firmada por Poder Blanco (en inglés, White Power).
De León ha recibido correos amenazantes y racistas desde su primer año en la Asamblea en 2006. Lo nuevo es que ahora son más, y más agresivos.
Pero no es el único político que enfrenta a grupos llenos de coraje. A principios de julio, un extraño le gritó en plena cara al senador de Bell Gardens Ricardo Lara, una serie de insultos raciales cuando salía del restaurante Ella en Sacramento.
Los legisladores de las otras minorías no se escapan. Al menos una vez al mes, en la oficina de distrito de la senadora afroamericana Holly Mitchell recibe una llamada de una persona que utiliza la palabra “n” para referirse a ella y sus colaboradores. Esto no pasaba antes de la elección presidencial del 2016.
En mayo, un grupo de fanáticos seguidores del presidente Trump despidió a gritos al senador estatal De León al salir de la Cumbre Latina en la Universidad de California en Riverside donde fue el orador principal. Le gritaban “eres una vergüenza”.
Durante su discurso, los simpatizantes de Trump interrumpieron constantemente a De León con señalamientos como “eres un mentiroso”.
De León declaró entonces a los medios que no hay duda que Donald Trump abrió la “Caja de Pandora” porque no ha hecho nada como presidente de Estados Unidos para sanar a la nación, ni atemperar los ánimos.
Racistas toman impulso
Roger Salazar, consultor demócrata en Sacramento, comentó que los ataques contra los latinos no son algo nuevo. “Ya han ocurrido en el pasado. Lo que pasó con Trump es que su retórica le dio permiso a mucha gente para hacer públicos sus sentimientos racistas que antes mantenían muy guardados. ¡Es una lástima! El racismo escondido ha salido”, observó.
Salazar consideró que el sentimiento de odio han sido alimentado porque California ha cambiado. “Se ha convertido en un estado muy diverso. Los latinos han adquirido más poder. Tenemos a dos latinos como líderes en Sacramento, y en las próximas contiendas vamos a tener a muchos latinos y de otras minorías como candidatos para las oficinas estatales con bastantes probabilidades de ganar”, indicó.
Así que el éxito alcanzado por los latinos, junto a que Trump ha contribuido a que los racistas salgan del closet, ha hecho que éstos se asusten porque piensan que pierden y que ya no es el mismo estado en el que crecieron, señaló.
Amenazas por diferentes vías
Las amenazas y la intimidación llega en forma de correos, gritos y agresivas respuestas en las redes sociales y en las propias reuniones comunitarias a las que acuden los legisladores.
Como respuesta al recrudecimiento de las políticas de deportación durante la administración Trump, el líder del Senado estatal, De León, presentó la medida SB54 para que California se convierta en un estado santuario y las policías locales no colaboren en la detención de inmigrantes que no han sido condenados por un crimen. El resultado fue que las protestas y actos intimidatorios han arreciado contra el senador angelino.