La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) tiene desde el 2007 un programa especial para detener y promover la deportación exprés de algunos inmigrantes.
Se trata del Rapid REPAT, enfocado a la ubicación, detención y deportación de personas con libertad condicional, a quienes se les ofrece volver voluntariamente a su país, pero en caso de no aceptarlo, se les sigue un proceso distinto.
Son tres los aspectos que los agentes de ICE deben contemplar para implementarlo:
1.-El inmigrante puede recibir libertad condicional si tienen una orden final de deportación y si se comprometen a no volver los Estados Unidos.
2.-Los extranjeros elegibles deberán estar de acuerdo en renunciar a los derechos de apelar cualquier condena en su contra y deben tener una orden de deportación.
3.-Si estas personas vuelven a ingresar a los EE.UU, los estados deberán revocar la libertad condicional, además de que esas personas serán procesadas bajo leyes federales y podrían recibir sentencias de hasta 20 años de prisión.
Este programa no aplica para cualquier indocumentado, como lo especifica ICE, sino para aquellas personas que cometieron algún delito menor y estén pagando su condena en cárceles estatales.
La estrategia se creó para reducir la población criminal y los costos de operación en los penales, aunado al objetivo de devolver su país a delincuentes.