WASHINGTON, DC.- Terminado el período de re-inscripción para el último Estatus de Protección Temporal, TPS, para los cerca de 200 mil salvadoreños que fueron convocados a inicios de este año, este numeroso grupo de trabajadores centroamericanos encara una etapa crucial del beneficio sin que se vislumbre en el horizonte una discusión para regularizar su situación.
Al concluir el tiempo autorizado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, USCIS por sus siglas en inglés, los buzones de sus centrales ya no procesarán más solicitudes de re-inscripción abriendo un nuevo y último capítulo para los beneficiarios que quedarían desamparados al llegar el ultimátum el 9 de septiembre de 2019, impuesto por la administración de Donald Trump.
Como una forma de responder a las inquietudes de la comunidad ante el desafío que plantea este nuevo momento, organizaciones como la Alianza Nacional TPS tratan de mantener concatenado un movimiento que inició el año pasado al prever –como una actitud proactiva- el veredicto que tomaría el ejecutivo estadounidense con los miles de trabajadores amparados con el TPS.
Uno de los coordinadores en el Área Metropolitana de Washington, Mardoel Hernández, acudió junto a los demás activistas del Comité a una asamblea informativa realizada el sábado 17 de marzo en la sede del Consulado General de El Salvador en Silver Spring, Maryland.
“Nosotros como Alianza Nacional TPS estamos respaldando la propuesta de la congresista Nydia Velásquez (Demócrata Distrito 7 Nueva York) que es la que más se ajusta a nuestras necesidades como tepesianos, y en el Senado estamos apoyando la propuesta del Senador Chris Van Hollen (Demócrata de Maryland) que también cubre a la mayoría de personas beneficiarias del TPS de todos los países”, explicó Hernández.
Sin embargo, reconoce que a pesar de las múltiples visitas que como organización han hecho a congresistas y senadores, no han surgido compromisos reales de los legisladores, más allá de los reconocimientos que les hacen por las visitas a sus despachos. En este trabajo hay 36 comités a nivel nacional cada uno de ellos conformado por varios centenares de beneficiarios del estatus legal.
Mardoel asegura que a pesar de todo mantienen la fe en que surja una solución a su anhelado objetivo: conseguir la residencia permanente para la clase TPS, por lo que seguirán en aumento sus acciones en las próximas semanas y meses para que su voz sea escuchada.
La embajadora de El Salvador en Washington, Claudia Canjura, comentó que terminado el proceso de reinscripción e iniciada esta nueva etapa seguirán gestionando ante el gobierno de Estados Unidos en todos los niveles, con el propósito de conseguir una solución integral para sus connacionales que quedarían desprotegidos al llegar el 9 de septiembre de 2019.
Para la diplomática salvadoreña la cancelación del TPS es un tema de interés nacional para su país, por lo que augura que en los meses próximos todas las fuerzas políticas se avocarán a Washington para reforzar las gestiones. El partido Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, estaba en el poder cuando se consiguió el TPS en el año 2001 y en recientes elecciones volvió a retomar el control legislativo.
Al cierre del proceso de reinscripción la red consular salvadoreña y la embajada de El Salvador en Washington contabilizaban hasta las cinco de la tarde del lunes 19, un total de 34 mil 611 salvadoreños que revalidaron el TPS a través de la red consular.
“Es un porcentaje importante que hemos atendido en esta última prórroga con las facilidades que ofrecemos en nuestra red consular y la embajada, no sabremos el volumen total de beneficiarios que renovaron el TPS hasta que USCIS nos facilite los datos globales de este proceso”, explicó la embajadora Canjura.
El joven salvadoreño William Martínez, beneficiario del TPS, y que era candidato elegible para el Programa de Acción Diferida, que igual se encuentra en la cuerda floja, dijo que en los meses que vienen será vital mantener el movimiento unido para conseguir aliados a lo largo y ancho del país que apoyen el camino del TPS a la residencia.
“Yo era elegible también para DACA, pero en ese momento (año 2013) aconsejaban quedarse en el TPS, porque era un programa más antiguo y se esperaba que de haber un cambio en la ley serían los primeros beneficiados, ahora no sabemos, todo se ha vuelto muy confuso”, explica este joven.
Al concluir el proceso, la cónsul general de El Salvador en Silver Spring, Ena Peña, comentó que de ahora en adelante, la misión consular estará atenta a cooperar en todas las acciones que la comunidad beneficiaria del TPS les requiera, a la vez de conectar a los salvadoreños con las delegaciones de alto nivel que puedan venir de El Salvador a Washington en los meses próximos.