OTAY MESA, CALIFORNIA.- Una manifestación de seguidores del presidente Donald Trump se tornó violenta el sábado 9 de diciembre cuando varios de los manifestantes se lanzaron contra un grupo menos numeroso de contra-manifestantes, cerca a la línea fronteriza.
El alguacil del condado de San Diego estableció una doble línea de seguridad pero dejó que por lo menos cuatro hombres identificados como “muchachos orgullosos”, que apoyan al presidente pero recurren a la violencia, cruzaran ambas líneas hasta mezclarse entre el grupo de menos de 20 contra-manifestantes.
Momentos después los cuatro simpatizantes de Trump repartían golpes a los contra-manifestantes sin que el alguacil y, más allá, oficiales de la policía de San Diego intervinieran para detener el pleito.
Cuando la agresión terminó, los oficiales del alguacil abrieron paso para que los cuatro “muchachos orgullosos” regresaran a reunirse con unos 60 seguidores del presidente.
El mismo cuarteto ha sido visto en actos similares. Hace tres meses anunciaron que pintarían con grafiti los murales del simbólico Parque Chicano de San Diego, lo que provocó una respuesta de cientos de personas para impedirlo.
Los hechos en Otay Mesa ocurrieron en un terreno elevado desde el que se ven los ocho prototipos de muro que ordenó construir el presidente Trump.
El acto llamado “construyan el muro” lo encabezó el congresista republicano Duncan Hunter, quien llegó al sitio cuando el enfrentamiento había terminado.
El acto reunió a simpatizantes del legislador del condado de San Diego y algunos que llegaron desde el vecino estado de Arizona.
Marco Almaraz, un coordinador de Unión del Barrio que marchaba al frente de los contramanifestantes, confirmó que las barreras de alguaciles dejaron pasar a los hombres que fueron a agredir y luego les permitieron retirarse, sin detener la agresión ni permitir que los contramanifestantes se marcharan.
Por lo menos tres personas resultaron heridas. William Johnson mostró una herida sangrante en la mejilla izquierda y se quejó de dolor en el rostro. Otra persona no identificada también sangraba y una más recibió golpes con un bastón que uno de los agresores usaba como asta para una bandera.
Almaraz dijo que dos de los agresores usaron bastones, pero en fotografías se captó solo a uno de ellos.
El alguacil del condado de San Diego emitió por la noche un comunicado en que informó que no hubo arrestados ni heridos.
Sin embargo un investigador de abogados en San Diego, Mark Lane, indicó que reunía pruebas para presentar una demanda contra los cuatro agresores. Uno de ellos fue identificado como Ryan Mick Adams, quien fue el primero el alegar y tratar de agredir a Johnson, aunque otro contramanifestante se interpuso e impidió momentáneamente que lo golpeara.
En su discurso, el congresista Hunter, del comité de Fuerzas Armadas, dijo que era el momento adecuado para expresar solidaridad con el plan del presidente Trump de construir un nuevo muro fronterizo.
La reunión había sido convocada para un día después de la votación sobre el presupuesto, el viernes 8, pero fue pospuesto para el 22 de diciembre; sin embargo la manifestación de apoyo al presidente ya había sido convocada.
El encuentro reunió a conocidos dirigentes de grupos denominados patriotas y personajes como Marco Ramírez, de Latinos por Trump, quien se hiciera famoso por advertir que si Trump perdía las elecciones había un camión lonchera de tacos en cada esquina, quien viajó unas 600 millas para el evento.
Jeff Scwilk, exfundador de grupos minute men que vigilaban la frontera, dijo en la protesta en favor del presidente que “sentimos que era el momento correcto para dar un impulso (a la construcción del muro) y hacer saber que el público estadoundiense está pendiente de la construcción de ese muro”.
Explicó que esta semana la patrulla fronteriza realizó pruebas a los prototipos y concluyó que eran impenetrables. Ahora, dijo, “elegirán unos dos modelos para construir finalmente el muro”.