El mismo día en que el presidente Trump alistaba su artillería para defender la idea de que los indocumentados son un foco del crimen y así presionar al Congreso para que apruebe dos leyes anti-inmigrantes, el director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo contradijo en público.
Durante una rueda de prensa fuera de las cámaras de televisión, Thomas Homan se mostró en desacuerdo con la creencia, constantemente defendida por el presidente Trump, de que los inmigrantes cometen más delitos que las personas nacidas en los EE.UU., reportó Jim Acosta, corresponsal de CNN en la Casa Blanca.
Este es un cambio en el tono de Homan, cuyas palabras habían levantado la rabia de varios sectores pro inmigrantes hace unas semanas cuando el director de ICE, en una audiencia ante el Congreso, dijo que todos los indocumentados deben tener miedo de ser deportados.
Por su parte Trump ha mantenido desde su campaña presidencial que los indocumentados son una fuente importante de delincuencia. Fue así como justificó las ordenes ejecutivas que ha firmado desde su llegada al poder. Su objetivo acorralar a como de lugar a esta comunidad.
Más aún, en un evento en febrero con las autoridades policiales de todo el país, Trump dijo que gran parte del problema de la delincuencia en los EEUU es causado por pandilleros indocumentados.
Es por esto que su administración también puso en marcha una oficina dedicada a ayudar a las víctimas de crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados. Su objetivo satanizar a la comunidad indocumentada con el fin de genera el apoyo absoluta a su recia política migratoria.
Sin embargo un reciente análisis de 50 estudios publicados entre 1994 y 2014 encontró que mientras que algunos investigadores encontraron una relación directa entre la inmigración y mayores tasas de criminalidad, la mayoría encontró lo contrario. Es decir una tasa menor a los crímenes cometidos por ciudadanos estadounidense reportó un informe de BuzzFeed.
Hoy rodeado de un grupo de familiares de las victimas mortales de crímenes cometidos por indocumentados el presidente Trump mandó un mensaje de urgencia al Congreso para que apruebe dos leyes anti-indocumentados.
El primero, el proyecto de ley “No Santuario para Criminales” que busca retener los recursos del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Justicia a estados y localidades que no cumplan con las órdenes de detención federales de inmigración.
Y por otro lado la “Ley de Kate”, la cual busca aumentar drásticamente las penas para las personas que intentan reingresar a los Estados Unidos después de haber sido deportadas.