Como estudiante de origen mexicano, Eric Cruz López era uno de los activistas a favor de la inmigración más visibles en el campus de la Universidad de Connecticut, hasta que fue acusado de pintar insultos contra el presidente Donald Trump en los muros de esa casa de estudios.
Ahora su arresto está afectando de forma indirecta los esfuerzos en el estado para que se apruebe una iniciativa de ley que busca darle acceso a las universidades públicas estatales y ayuda financiera a estudiantes sin estatus legal de inmigración.
Cruz, quien se había declarado a favor de ese proyecto de legislación estatal, fue acusado el 7 de mayo con más de 100 cargos de delito menor por vandalismo.
La policía dijo que Cruz admitió el hecho en una declaración y se ofreció a reparar el daño. Él no respondió a las solicitudes para conocer su propia versión.
La divulgación del caso obligó a los líderes de la Cámara de Representantes estatal a posponer una votación sobre la iniciativa de ley, prevista la semana pasada. El proyecto busca destinar hasta 165 millones de dólares en ayuda financiera institucional a inmigrantes sin estatus legal para que estudien en colegios y universidades públicas del estado.
Dichos alumnos se encuentran protegidos ahora por un decreto emitido por el expresidente Barack Obama llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), que les otorgó visas especiales.
La senadora estatal demócrata Beth Bye, copresidenta de la Comisión de Educación Superior, expresó su confianza de que los legisladores no se distraigan con el caso de la detención de Cruz y se enfoquen en el panorama general.
“Es frustrante ver que la acción de esta persona, en un momento dado, esté afectando las esperanzas y sueños de cientos de estudiantes universitarios de Connecticut, poniendo fuera de su alcance sus esperanzas y sueños”, dijo. “Las acciones de él no son indicio de quiénes son estos estudiantes”.
La organización Connecticut Students for a Dream (Estudiantes de Connecticut por un Sueño), donde Cruz trabajó como organizador, les escribió una carta a los legisladores estatales para distanciarse de las acciones del activista. El grupo planeaba realizar una manifestación frente al Capitolio estatal el miércoles con el fin de pedir que se apruebe la iniciativa de ley.
“Durante cuatro años hemos marchado, nos hemos reunido en mítines, y nos hemos organizado para estas propuestas”, dijo Camila Bortolleto, portavoz del grupo. “Hemos obtenido el apoyo de todas las instituciones de educación superior de Connecticut, decenas de grupos comunitarios, sindicatos y legisladores de ambos partidos… Es sonoramente claro: Nuestro estado respalda estas propuestas”.
Pero algunos conservadores, incluida la comentarista Ann Coulter, han puesto el arresto de Cruz como un ejemplo de por qué dicen que los estudiantes no merecen recibir apoyo.
Cruz encabezó una marcha de protesta en el campus en noviembre tras las elecciones presidenciales y se presentó ante la junta directiva en diciembre con el fin de exigir que la universidad establezca protecciones para los estudiantes en sus normativas después de que Trump dijo que pensaba revertir el DACA.
Cruz llegó a Estados Unidos cuando tenía 7 años y vive en Bridgeport. Ha declarado previamente que los estudiantes como él simplemente quieren que se les permita competir en igualdad de condiciones. Dijo que hizo una pausa en el semestre de primavera porque necesitaba ganar dinero para continuar sus estudios.
“He estado preocupado por pagar la universidad desde que tenía 10 años, sabiendo que en vista de que teníamos que visitar una despensa de comida para poder alimentarnos, pagar mi educación iba a ser difícil”, dijo.
La Universidad de Connecticut y el sistema de universidades estatales apoyan el proyecto de ley, que fue aprobado con estrecho margen en el Senado pero que puede morir en la cámara baja si no obtiene los votos suficientes.