Mientras iba rumbo al trabajo el martes, agentes de inmigración arrestaron a Pascual Castro, padre del niño que fue encontrado en estado de abuso y negligencia en la Ciudad de México.
Esa misma tarde, Castro fue deportado.
De acuerdo al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Castro ha sido deportado en nueve otras ocasiones. Lauren Mack, portavoz de ICE, informó que Castro fue parte de una operación estratégica, y que había recibido un aviso previo de remoción emitido por un juez de inmigración.
En entrevista con Los Angeles Times, Castro informó que viajará desde Tijuana hasta la Ciudad de México para recuperar a su hijo, Anthony.
La policía encontró a Anthony Pascual, de cinco años, el 27 de junio en la delegación Gustavo A. Madero de la capital mexicana tras recibir un aviso. De acuerdo a las autoridades, las piernas del niño estaban encadenadas. El menor también estaba desnutrido y presentaba a simple vista evidencias de golpes.
Anthony fue trasladado a un hospital y los dos adultos que lo tenían encadenado—la hermana de Castro y su esposo—fueron arrestados bajo cargos abuso infantil.
El menor logró recuperarse y ahora se encuentra bajo la custodia de las autoridades de bienestar infantil. Anthony es doble ciudadano de Estados Unidos y México. Su destino, dijo Victor Corzo, cónsul en funciones de México en San Diego, será determinado por las autoridades mexicanas. Es posible que el menor sea devuelto a Estados Unidos o que sea colocado en cuidado de crianza temporal en México.
Pascual Castro sigue casado con la madre del niño, Dawn Sanderson, quien es ciudadana estadounidense. Castro estaba intentando de resolver su estatus migratorio, con la ayuda del consulado mexicano, quien, de acuerdo a Corzo, no estaba al tanto de la orden de deportación que había sido emitida en su contra.