El pasado 11 de diciembre publicamos en nuestro portal de noticias inmigración.com una información originada en Otay Mesa, muy cerca a la línea fronteriza entre California (EE.UU.) y Baja California (Mexico), que daba cuenta de una manifestación de simpatizantes de las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Decidimos cubrir este evento no solo por su actualidad noticiosa sino porque nuestro corresponsal en San Diego nos hizo notar que por los antecedentes y características de unos cuantos integrantes del grupo que se autodenominan “muchachos orgullosos”, la demostración podría tornarse violenta.
En efecto, fue lo que sucedió. Al legítimo derecho que tienen simpatizantes y opositores de expresarse libremente en determinadas ideas políticas en este país de leyes, también le siguen obligaciones que toda persona debe acatar y medir las consecuencias de su comportamiento cívico.
Siguiendo la premisa de que la ley es para todos, no es explicable cómo autoridades de policía del condado de San Diego, observaron impávidos los hechos permitiendo que la violencia escalara por parte de un grupo en contra de otro.
Las imágenes captadas en video y la narración de los hechos con testigos abordo dejan clara la intención de los ‘agentes del orden’ de permitir que los simpatizantes del presidente golpearan a puños y hasta con objetos contundentes a indefensos opositores para luego abrirles paso a la retirada.
Un comunicado de la oficina del alguacil indicó que no hubo arrestados ni heridos. Pero en la refriega se vieron al menos tres heridos y las fotografías los muestran con sus rostros sangrantes. Con pruebas en las manos un abogado presentó la denuncia correspondiente pocos días después de los incidentes.
También llama la atención que la manifestación llamada “construyan el muro” fue encabezada por el congresista republicano Duncan Hunter, representante del distrito congresional 50 del condado de San Diego, quien llegó al sitio del enfrentamiento cuando éste ya había terminado y no tomó ninguna responsabilidad por lo ocurrido.
Se limitó a decir que era el momento adecuado para expresar solidaridad con el plan del presidente Trump de construir un nuevo muro fronterizo, según el despacho informativo que recibimos. Palabras similares ofreció uno de los fundadores del grupo Minute Man, conocido por querer tomarse la justicia por sus propias manos, presente en el evento.
Las consecuencias de este enfrentamiento pudieron fácilmente salirse de manos y haber terminado en una tragedia, todo ante los ojos de las autoridades que permitieron el ataque de unos contra otros.
Las noticias relacionadas con el tema migratorio tienen múltiples ángulos y es nuestro deber darlas a conocer de manera imparcial y ceñidos a la realidad. Pero también es nuestro deber señalar situaciones injustas como las que a todas luces se dieron en esta manifestación y para ello lo hacemos en estas líneas editoriales.