CHARLOTTE, NC.- Como un incentivo a la continuidad de su lucha por los ‘Dreamers’ fue como la mexicana Arlín Téllez, de 18 años, recibió el anuncio que había sido seleccionada para recibir la beca DREAM.US, que le permitirá asistir gratuitamente a la universidad.
“Estaba en una videoconferencia con mis compañeros cuando vi que entró un email que me anunciaba que había ganado la beca”, comentó la joven ‘soñadora’ a Inmigración.com. Agregó que no podía esperar para abrir el contenido de ese documento. “Tan pronto terminé mi conexión me fui a buscar mi correo y ahí me felicitaban por haber sido elegida para la beca DREAM.US que se ofrece cada año a portadores de DACA… no lo podía creer”, dijo emocionada.
Y es que Arlín, cuya cobertura de DACA expira en junio próximo, era una de miles de ‘soñadores’ que se quedaban fuera del beneficio migratorio, luego que el presidente Donald Trump decidiera acabar con el programa el pasado 5 de septiembre. El anuncio la llenó de frustración en ese momento.
“Había estado ahorrando todo mi dinero para poder ir a la universidad o al colegio comunitario y en aquel momento que me di cuenta que quedaba fuera de DACA fue como si hubiesen tomado mis sueños para estrellarlos contra el piso. Me sentí devastada”, explicó la joven a este medio.
Sin embargo, con una nueva visión de sí misma y beneficiaria de la importante beca Dream.US, la joven se prepara para iniciar en agosto próximo sus estudios por cuatro años para lograr una carrera en Relaciones Internacionales.
“Me han otorgado $80.000 para estudiar y vivir en el campus de Trinity Washington University y no puedo estar más feliz y honrada de haber recibido esta oportunidad. Cuando apliqué para la beca en enero lo hice pensando en mi meta de poder estudiar, y cuando me dieron la noticia el 13 de marzo de que había ganado la beca me alegraron la vida, me devolvieron la esperanza”, relató.
Nace una líder
Arlín llegó a Estados Unidos en 2003, cuando tenía 4 años y sus padres decidieron emigrar huyendo de la violencia y la pobreza que vivían en su natal Hidalgo, México.
Su familia se estableció en Gastonia, una población al suroeste de Carolina del Norte, casi en la frontera con Carolina de Sur. Ahí, la niña cursó sus estudios y en 2017 se graduó de secundaria, siendo una alumna aplicada y con buenas notas. “Pero sabía que al menos aquí en Carolina del Norte ir a la universidad era casi imposible pues no hay consideración para los jóvenes DACA y se deben pagar tarifas como estudiante internacional, hasta tres veces más de lo que paga un estudiante residente”, comentó a Inmigración.com
Viendo limitadas sus opciones, esta ‘soñadora’ también consideró regresar a México para seguir allá su educación superior.
Ante la expectativa de que el presidente Trump cancelara DACA, el grupo local Comunidad Colectiva contactó a Arlín para que contara su historia en la protesta realizada en Charlotte el 5 de septiembre. Con temor la joven aceptó.
“Nunca pensé que iba a hablar en público sobre mi vida como indocumentada pero esta experiencia me cambió la vida. No me había sentido con tanto poder de abogar por mi misma ni por mi comunidad como esa tarde y fue allí cuando entendí que no podía seguir sin tomar acción y unirme a la lucha por los derechos de los soñadores”, explicó.
Esa participación pública fue el evento de creación de una líder juvenil que en muy poco tiempo se integró a organizaciones como Students for Education Reform y United We Dream, dos de las más representativas a nivel nacional en la defensa de los ‘soñadores’.
Desde septiembre y hasta la fecha, Arlín ha participado en múltiples actividades comunitarias que incluyen sentadas en las oficinas de varios legisladores en el Congreso federal. “Cuando ya no tienes nada que perder te das cuenta que has perdido hasta el miedo”, dijo la ‘dreamer’ al confesar que ha considerado en varias ocasiones hacerse arrestar si eso ayuda a poner los ojos de los legisladores en la importancia de resolver el limbo legal de los protegidos bajo DACA y aquellos que no lograron la cobertura.
Ahora, cuando en agosto se mude a Washington, DC, Arlín espera seguir trabajando en las organizaciones a las que pertenece con una meta clara: “vamos a conseguir no solo que se proteja DACA, sino que se pase un Dream Act limpio, con camino a la ciudadanía. No vamos a esperar a que la Corte Suprema decida sobre nosotros. Nosotros somos capaces de defendernos y crear un cambio y es justo lo que estamos haciendo”, sentenció la joven.