A la fiesta que tuvo como fondo canciones folclóricas tradicionales de El Salvador como “Patria, chiquita mía”, acudieron religiosos de diversos credos para rendir tributo a Romero, “la voz de los sin voz” y que fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras ofrecía misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, en la capital salvadoreña

Esta fue la última renovación del TPS para El Salvador, pues el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a principios de enero el fin del programa, de forma que los 190.000 salvadoreños beneficiados tendrán que salir del país o buscar otras formas de quedarse antes del 9 de septiembre de 2019

Activistas y beneficiados reconocen que la preocupación para los salvadoreños, el mayor grupo de inmigrantes que quedaron al borde del desamparo tras la decisión de la Administración del presidente Donald Trump de no extender el beneficio, quedó patente mientras se realizaban los trámites de renovación

Carlos García, director de Puente en Arizona, aseguró que las medidas tomadas por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, donde dictamina que los funcionarios de inmigración pueden retener a las personas indefinidamente, sin recibir audiencias de fianza, convierte a los centros de detención en “campos de concentración” para miles de migrantes.

El obispo auxiliar de la Diócesis de Washington DC, Monseñor Mario Dorsonville, el religioso hispano de mayor rango en la jerarquía de la Iglesia Católica en el área de la capital estadounidense, asegura que el compromiso de la iglesia por la protección de los inmigrantes seguirá a pesar de las adversidades.