WASHINGTON, DC.- El obispo auxiliar de la Diócesis de Washington DC, Monseñor Mario Dorsonville, el religioso hispano de mayor rango en la jerarquía de la Iglesia Católica en el área de la capital estadounidense, asegura que el compromiso de la iglesia por la protección de los inmigrantes seguirá a pesar de las adversidades.
La oficina del obispo Dorsonville, de origen colombiano, es el centro de acopio de información y decisiones tendientes a atender las inquietudes y necesidades de miles de familias del área de la capital nacional que acuden en busca de ayuda.
El religioso reconoce que con la finalización del Programa de Acción Diferida, DACA, para cerca de 700 mil soñadores, más la posterior cancelación del Estatus de Protección Temporal, TPS, para unos 200 mil salvadoreños, 50 mil haitianos y unos 3 mil nicaragüenses, el área de Washington y dentro de la iglesia se ha vivido una conmoción.
En entrevista con Inmigración.com para abordar la situación migratoria y los desafíos que la problemática plantea para la iglesia, el prelado reconoce que unas 60 parroquias del área de la capital nacional están trabajando en primera línea en atención a los inmigrantes.
En especial a la comunidad salvadoreña, que es el primer grupo de inmigrantes en el área de la capital, que incluye los estados de Maryland, Virginia y el Distrito de Columbia, y que tuvo una fuerte remecida el pasado 8 de enero cuando se anunció la cancelación del TPS.
El despacho de Monseñor Dorsonville trabaja en la coordinación de jornadas de asistencia legal en el Centro Católico Hispano -en la ciudad capital- como en las gestiones a nivel de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, USCCB por sus siglas en inglés, y con sus homólogos centroamericanos.
“En abril un grupo de obispos de El Salvador presididos por el cardenal (Gregorio) Rosa Chávez visitarán Washington. Hay una serie de reuniones previstas entre ellas una con el episcopado de los Estados Unidos para agradecer la abogacía que estamos haciendo en este momento por el pueblo salvadoreño; además, tendremos encuentros con congresistas y senadores y por supuesto habrá celebraciones de la eucaristía en diferentes parroquias de Washington DC, Maryland y Virginia”, explicó Monseñor Dorsonville.
Si bien la premisa en este momento es el apoyo a los jóvenes amparados con DACA, que ven con ansiedad la fecha límite del 5 de marzo para que el congreso emitiera legislación que los ampare, no se puede descuidar la atención a la población del TPS, que en un corto periodo -septiembre de 2019 para los salvadoreños- estará en el límite de caducidad del estatus legal, dice Monseñor.
”Los que están siendo afectados con la cancelación del TPS tienen en nuestras parroquias un gran apoyo”, explica el obispo y agrega que a nivel nacional la Conferencia de Obispos está trabajando en varias líneas de acción para apoyar a estos grupos especiales de trabajadores que entrarían en un limbo migratorio legal si no hay acuerdo legislativo.
El obispo de Washington dice que la iglesia no es ajena al sufrimiento e incertidumbre que está causando a escala nacional el tema migratorio; pero confía en las buenas gestiones que se puedan hacer como la que preparan en conjunto con la curia salvadoreña para abogar por la clase TPS.
También desde el Centro Católico Hispano en Washington se ha desplegado una serie de actividades encaminadas a buscar alternativas individuales para los beneficiarios del TPS.
”En la Arquidiócesis de Washington de Washington, el Centro Católico Hispano tiene una red más de unos 50 voluntarios y un equipo de profesionales que son parte del personal de Caridades Católicas, en donde se han organizado unos seminarios en algunas parroquias con información muy especializada sobre inmigración”, comentó el obispo.
La semana pasada la USCCB, emitió un comunicado donde exhorta a su feligresía a tomar acción solidaria en favor de los inmigrantes para que grupos como los beneficiarios del TPS y DACA tengan una solución legal en el Congreso antes de ser cancelados.