Medio centenar de personas provenientes de diferentes partes de los Estados Unidos, México y Centroamérica finalizaron el 5 de junio la Caminata del Migrante, que recorre la misma ruta utilizada por los inmigrantes indocumentados para cruzar la frontera a través del desierto de Arizona.
Los participantes hicieron un llamado a la administración del Presidente Donald Trump para frenar políticas migratorias que en su opinión fomentan las muertes a lo largo de la línea fronteriza.
El grupo terminó su recorrió de 75 millas a mediodía en un parque de la ciudad de Tucson, donde arribaron cargando cruces de color blanco y gritando los nombres de algunos de los migrantes que han fallecido en la frontera, mientras otros respondían “presente”.
Uno a uno fueron colocando las cruces que cargaron por cinco días a través del desierto debajo de un poste de madera.
“Esta fue una significativa experiencia para mí, recorrer el mismo camino de los migrantes y donde tantos han fallecido”, dijo a Efe Adalberto Ramos, quien por primera vez participó en esta caminata.
De acuerdo con los organizadores, desde 1990 más de 7.000 inmigrantes indocumentados, hombres, mujeres y niños, han perdido la vida cruzando la frontera de los Estados Unidos y México, mientras que otros 2.700 han sido reportados como desaparecidos.
De acuerdo con cifras de la Oficina del Médico Forense del Condado Pima, en el sur de Arizona, durante el presente año fiscal ya se han recuperado 74 cuerpos de inmigrantes indocumentados en el desierto de Arizona.
“Cada año camino con la esperanza de que esta vez sea la última vez, esperando que el gobierno termine con estas políticas fallidas, sin embargo vemos que la militarización de la frontera se intensifica día a día. Estamos malgastando los recursos de nuestra nación en construir muros, más vallas y torturando nuestro medioambiente”, dijo a Efe Mohyeddin Abdulaziz, quien ha participado en la caminata en los últimos diez años.