MIAMI, FL.- Líderes venezolanos y centroamericanos en Miami urgieron hoy al presidente Donald Trump a autorizar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los inmigrantes venezolanos ante la “crisis humanitaria” que enfrentarían si regresan a su país.
Carmen Giménez, presidenta de USA Refugees & Immigrants, instó hoy al presidente Trump a aprobar con urgencia este alivio migratorio para la comunidad venezolana durante una conferencia de prensa en Doral, una de las ciudades del país con mayor población venezolana.
Acompañada de líderes centroamericanos que han luchado por el TPS para sus países y de representantes de la Alcaldía de Doral, Giménez aseguró que los venezolanos “no están a salvo” si regresan a Venezuela.
Precisó que estos ciudadanos clasifican para esta ley promulgada en 1992 debido al “conflicto en marcha” y la crisis de salud y humanitaria que enfrenta Venezuela.
“Para mí, sin duda el TPS para Venezuela está por llegar”, aseguró Giménez a Efe.
Según la activista, cuentan también con el apoyo del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que según dijo, va a solicitar el TPS por segunda vez ante la Casa Blanca.
Giménez explicó que la decisión depende exclusivamente del presidente Trump y que él ya está enterado de la situación a través de funcionarios de los departamentos de Estado y Seguridad Nacional que se han reunido con líderes venezolanos que le han expresado la urgencia de la medida.
En ese sentido, Francisco Portillo, presidente de la Organización Hondureña Integrada Francisco Morazán, hizo un llamado a la comunidad venezolana a manifestarte frente a la Casa Blanca para presionar por la medida e incluso mencionó las huelgas de hambre que hicieron para pelear por el TPS para los centroamericanos durante el Gobierno de Bill Clinton (1993-2001).
“Hay que ir a empujar”, dijo Portillo y matizó que aunque el TPS depende exclusivamente del presidente Trump, los congresistas pueden influir en su aprobación.
Por otro lado, Giménez además hizo un llamado a Trump a aumentar significativamente los cupos anuales, que se prevén serán de entre 40.000 y 50.000, si es aprobada la medida.
Lamentó también que ha aumentado la cantidad de solicitudes de asilo que están siendo rechazadas por las autoridades de Inmigración debido a fallas en el trámite, no necesariamente porque los venezolanos no puedan demostrar el “miedo creíble”.
“Si este Gobierno es cristiano, tiene que hacer algo ya”, expresó por su parte el pastor Rubén Giménez, presidente del centro comunitario AFE, que socorre a los inmigrantes en Doral.
Se lamentó que cada vez son más los venezolanos que acuden por ayuda a su organización, muchos de ellos “profesionales, médicos, arquitectos debido a la crisis humanitaria” en su país.
Rafael Pyñeiro, secretario principal de la Alcaldía de Doral, hizo un llamado a los venezolanos a movilizarse y aprovechar el poder electoral que se prevé tendrá en “pocos años” esta comunidad, y que quedó demostrado con la participación de “130.000 votantes en el plebiscito del pasado 16 de julio” en el condado de Miami-Dade.
El TPS es una alivio que les permite a los venezolanos “tener una vida tranquila” y que muy posiblemente se irá renovando, pues considera que en Venezuela no cesarán pronto las actuales condiciones, señaló Giménez a Efe.