Washington, DC.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, dio este jueves marcha atrás en su decisión de dejar sin efecto desde finales de este mes la protección Diferida de Salida Forzada (DED, en inglés), que beneficia a unos 200.000 ciudadanos liberianos, y la extendió por 12 meses, lo que fue aplaudido por activistas.
En un memorando divulgado por la Casa Blanca y dirigido a la Secretaría de Estado y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Trump argumentó que la decisión de ampliar el periodo de transición gradual de este beneficio hasta el 30 de marzo de 2020 obedece a que la situación de África Occidental en general “sigue siendo preocupante”.
Además, puntualizó que Liberia “es un socio regional importante para Estados Unidos”.
“La relación entre Estados Unidos y Liberia es única”, resaltó Trump en la nota, donde señala que reintegrar a los beneficiarios del DED a la vida civil y política será una tarea compleja.
De igual forma, advirtió de que una transición fallida podría impactar en las relaciones entre EE.UU. y Liberia y socavar los avances posguerra civil de ese país hacia la democracia y la estabilidad política.
Trump dijo que entendía que hay esfuerzos en marcha por parte de miembros del Congreso para otorgar alivio a la pequeña comunidad de Liberia afectada por el DED que se mantiene en Estados Unidos y consideró que este plazo de transición “preservará el estatus quo”, mientras el Legislativo “considera una legislación correctiva”.
En una reacción a la decisión presidencial, la organización bipartidista FWD.us calificó de “buena noticia” y aseguró que es “lo que hay que hacer” la extensión de la protección para aproximadamente 4.000 liberianos que “han pasado décadas construyendo sus vidas en los Estados Unidos”.
En un comunicado, agradeció a la Administración de Trump haber escuchado “a miles de personas en todo el país” que abogaron por los receptores del DED, sus familias y comunidades.
FWD.us consideró como la “verdadera solución” que el Congreso apruebe “protecciones permanentes” para los “soñadores”‘, los titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS) y los del DED, al tiempo que instó a los legisladores a que “lo hagan con rapidez”.
En una columna publicada el miércoles en el diario The Washington Post, Yatta Kiazolu, quien se convirtió en una de las caras visibles del movimiento a favor de extender este beneficio, avisaba de que de expirar esta protección se quedaría “vulnerable a la deportación”.
“Después de 22 años de vivir, estudiar y trabajar en EE.UU. con autorización del Gobierno ¿Cómo podría empezar a desenredar las raíces que he establecido?”, se preguntó esta joven, candidata a un doctorado en historia, quien admitió que tras el anuncio de Trump en 2018 “ni siquiera sabía dónde empezar”.