WASHINGTON, DC.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó hoy la postura del Gobierno del presidente Donald Trump para que el caso del aborto de una inmigrante indocumentada cuando se encontraba bajo custodia estadounidense en Texas no sirva de precedente legal en litigios en el futuro.
En una sentencia sin firma aprobada por unanimidad de los nueve jueces, la corte aceptó la petición del Departamento de Justicia para que el caso no sirva de precedente ante futuras disputas similares, y lo devolverá al tribunal de apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia para que sea declarado como “discutible”.
El Ejecutivo había recurrido el fallo de la sala que permitió abortar a una menor indocumentada de 17 años recluida en un centro de detención para inmigrantes en el estado de Texas.
El objetivo del Gabinete de Trump era eliminar la opción de que este caso sirva de base para otros litigios, por lo que las disputas similares deberán continuar sus propios procesos ante tribunales inferiores.
En lo referente a este litigio, la joven -identificada como “Jane Doe” para proteger su identidad- pudo abortar el 25 de octubre después de una disputa legal en la que una corte de Washington determinó que la menor debía tener acceso a un aborto, con base en un derecho reconocido por el Tribunal Supremo desde 1973.
El aborto estaba en principio programado para el 26 de octubre, ya que había tenido que retrasarse después de que el médico que iba a efectuarlo no estuviera disponible y la joven tenía que reiniciar el proceso de consejería previo, obligatorio en el estado de Texas.
De acuerdo con el tribunal, el Ejecutivo iba a registrar una petición urgente para frenar la operación el día 25.
Sin embargo, el doctor que iba a practicar el aborto estuvo finalmente disponible para ejercerlo; con lo que se llevó a cabo la madrugada del día 25 y la defensa informó del mismo posteriormente.
Entonces, el Gobierno cambió su estrategia y recurrió el caso para que no supusiera un precedente, pese a que el aborto ya se había producido.
En un comunicado, el Departamento de Justicia dio la bienvenida al fallo e incidió en la oposición del Ejecutivo al aborto: “Estamos deseando continuar presionando por el interés del Gobierno en la santidad de la vida”, aseguró un portavoz.