Washington, DC.- El número de familias de inmigrantes arrestadas por las autoridades en la frontera con México aumentó un 280 % en los últimos tres meses, desde el inicio del año fiscal 2019, en octubre pasado, según datos publicados el 24 de enero por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
La CBP no precisó en su comunicado la cifra absoluta de familias detenidas en la frontera sur desde octubre, cuando fueron aprehendidas 23.115, ni si el motivo del incremento ha sido la subida de la llegada de inmigrantes al linde con México o la intensificación de las medidas de seguridad.
De la misma manera, la CBP también informó de que el porcentaje de indocumentados en la zona fronteriza sur creció un 81 % en estos primeros tres meses del año fiscal 2019, sin especificar números absolutos.
Las autoridades destacaron que si se sigue el ritmo de estos tres primeros meses y no se producen “correcciones legislativas” se podría batir este año fiscal el récord que marcó 2018, que se cerró con un total de 521.190 indocumentados arrestados en la frontera, lo que supuso un aumento del 25,4 % respecto al año fiscal anterior (415.517), el de la llegada de Donald Trump a la Presidencia.
Precisamente la situación en la frontera centró el debate en el Senado, donde se rechazaron dos propuestas -una republicana y otra demócrata- para dar una salida al cierre de la Administración gubernamental ocasionado por la disputa acerca de los fondos para construir el muro en la frontera prometido por Trump y al que los demócratas se niegan.
Por otro lado, la CBP destacó en su nota que también ha registrado una subida de los inmigrantes detenidos que han requerido atención médica.
De hecho, las autoridades transportaron a 2.224 personas, que suponen el 5,3 % de los detenidos en la frontera sur desde inicios del año fiscal 2019, a hospitales desde el 22 de diciembre de 2018.
Citó el caso del pasado 15 de enero, cuando arrestó a un grupo de 247 inmigrantes indocumentados, de los que 50 requirieron tratamiento y evaluación médica inmediata.
En el comunicado, la CBP aseguró que el traslado de esas personas al hospital empleó “casi todos los agentes disponibles, (lo que) limitó de forma severa su capacidad para procesar el gran grupo (de inmigrantes) o responder a otros deberes de seguridad de la frontera”.
En consecuencia, dijo la CBP, esto resultó “en un incremento del tiempo en custodia, el retraso en la coordinación de la transferencia de la custodia y se limitó la respuesta a otro tráfico ilegal de cruce de frontera”.
En diciembre pasado, dos menores inmigrantes, ambos de nacionalidad guatemalteca, fallecieron por separado mientras estaban bajo custodia de las autoridades tras haber cruzado la frontera desde México y después de que recibieran atención médica.
El Gobierno ha eludido toda responsabilidad por la muerte de los menores inmigrantes y responsabilizó a los traficantes, contrabandistas y a los propios padres de los niños de poner en riesgo sus vidas al embarcarse en el viaje hacia el norte.
En su documento, la CBP resaltó que ha constatado un “incremento dramático” en el número de indocumentados que son arrestados tras llegar en grupos de más de cien personas desde México.
De acuerdo a sus datos, en los últimos cuatro meses, traficantes de seres humanos han ayudado a cruzar un total de 53 grupos grandes de inmigrantes (unas 8.979 personas), a través de El Paso (Texas), el valle de Rio Grande (Texas), Tucson (Arizona) y Yuma (Arizona).
De esos indocumentados detenidos, la mayoría – 7.757 – eran de Guatemala y, sobre todo, eran familias y menores no acompañados por adultos.
La CBP denunció que los contrabandistas y traficantes emplean esos grupos grandes de inmigrantes como “tapadera”, mientras que las autoridades tienen ocupados sus recursos en las tareas de arresto y otras labores asociadas cuando se captura un grupo grande.
En ese sentido, puso el ejemplo del pasado 17 de enero, cuando sus agentes se incautaron de 705 libras de cocaína, al tiempo que ese mismo día prendieron a un grupo de 174 indocumentados.