WASHINGTON.- El Gobierno de EE.UU. anunció hoy que los entes locales que quieran acceder a los fondos de un programa de ayudas del Departamento de Justicia deberán cumplir con normas destinadas a acabar con las “ciudades santuario”, las que protegen a los inmigrantes de la deportación.
En primer lugar, las autoridades locales deberán abrir sus cárceles a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y también deberán notificar con 48 horas de antelación de la puesta en liberad de cualquier persona indocumentada bajo custodia.
“Para alcanzar la máxima prioridad del Departamento de Justicia de reducir los delitos violentos, debemos alentar a estas jurisdicciones ‘santuario’ a cambiar sus políticas”, dijo el fiscal general, Jeff Sessions, en un comunicado.
El programa de ayudas Byrne JAG reparte unos 375 millones de dólares anuales destinados a personal, equipos u entrenamiento.
“A partir de ahora, el Departamento solo adjudicará fondos Byrne JAG a esas ciudades y estados que cumplan con la ley federal”, añadió Sessions.
La orden del Departamento de Justicia podría afectar a unas 200 entidades locales conocidas como “ciudades santuario”, que protegen de la deportación a los inmigrantes y entre las que se incluyen las grandes urbes del país, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, gobernadas por la oposición demócrata.
El presidente EEUU, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca con la promesa de acabar con las “ciudades santuario” y cortarles el acceso a todos los fondos del Gobierno, pero la iniciativa está bloqueada en los tribunales.