WASHINGTON.- Las autoridades estadounidenses y centroamericanas han presentado cargos contra miles de violentos pandilleros desde marzo, entre ellos un poderoso líder de la MS-13 acusado de ordenar desde una prisión en El Salvador un ataque sangriento en la costa este de Estados Unidos.
Las autoridades planean ofrecer detalles sobre los arrestos el viernes en Miami, donde funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos se reunirán con los procuradores generales de El Salvador, Guatemala y Honduras, zona conocida como el Triángulo Norte.
La notoriamente brutal pandilla tiene raíces en Estados Unidos y Centroamérica. Las autoridades aseguran que las acusaciones contra 3.800 pandilleros en seis meses son una prueba de que la fortalecida cooperación entre los países está rindiendo frutos.
La MS-13 se ha convertido en un objetivo principal del gobierno del presidente Donald Trump, que esgrime la violencia de esta organización criminal en comunidades suburbanas de inmigrantes en un esfuerzo por buscar respaldo para una política más dura hacia la inmigración no autorizada.
Durante sus primeras semanas en el poder, Trump ordenó a las autoridades federales enfocar sus recursos en la lucha contra las pandillas transnacionales. El secretario de Justicia, Jeff Sessions, viajó a El Salvador en julio, en parte para aprender más sobre cómo las actividades pandilleriles en ese país afectan el crimen en Estados Unidos.
Las agresivas labores de Sessions contra la MS-13 son ejemplo de cómo él sigue las pautas de Trump en el Departamento de Justicia, aun cuando el presidente sigue criticando abiertamente la decisión de Sessions de exonerarse de la investigación sobre los vínculos de Trump con Rusia.
Esta semana, durante una cena en la Casa Blanca con líderes conservadores, Trump expresó “casi desprecio” por Sessions cuando se le preguntó sobre un asunto técnico que involucraba al Departamento de Justicia, de acuerdo con un invitado que habló bajo condición de anonimato.
Para los fiscales federales que desde hace tiempo trabajar para acabar con la pandilla, el nuevo énfasis es gratificante.
Los arrestos incluyen a más de 70 personas en Estados Unidos en operativos realizados en Los Ángeles, Virginia, Maryland, Massachusetts y los suburbios de Long Island, en Nueva York y de Columbus, Ohio. Entre los acusados se encuentra Edwin Manica Flores, conocido como “Shugar”, a quien los investigadores acusan de encabezar las operaciones de la pandilla en la costa este de Estados Unidos desde una prisión en El Salvador, según una denuncia de extorsión que fue hecha pública el jueves en Boston. La acusación afirma que Manica alentó el reclutamiento en Estados Unidos y enseñó a sus pupilos formas de evadir la justicia.
Agencias del orden en el Triángulo del Norte arrestaron a cientos de personas más, incluyendo miembros de la pandilla rival de 18th Street, además de incautar armas, autos de lujo y en algunos casos comercios enteros, de acuerdo con las autoridades.
Los casos en Estados Unidos a menudo son relacionados con aquellos en Centroamérica para que todos los países utilicen su visita a Miami como una oportunidad para intercambiar inteligencia y compartir estrategias que puedan ayudar a armar casos contra miembros de pandillas en Estados Unidos, dijo Kenneth A. Blanco, director interino de la división criminal del Departamento de Justicia.
“Lo que es importante es el hecho de que los estamos golpeando desde ambos lados”, subrayó Blanco.
Los fiscales federales creen que la MS-13 cuenta con más de 10.000 miembros en Estados Unidos, principalmente provenientes de una mezcla de inmigrantes centroamericanos y ciudadanos estadounidenses. La pandilla se originó en Los Ángeles durante la década de 1980 y posteriormente se atrincheró en Centroamérica cuando sus líderes fueron deportados.