Docenas de departamentos locales de Policía en los Estados Unidos han recibido nuevos poderes, o los están buscando, para verificar el estatus migratorio de las personas que detienen, esto como parte del programa 287(g).
Actualmente, 60 departamentos en 18 estados participan en ese programa, de los cuales tres cuartas partes que ya han firmado acuerdos, o que están interesadas en hacerlo, son de condados donde ganó el presidente Donald Trump en 2016, según un análisis de Reuters sobre datos electorales.
La agencia de noticias obtuvo la información de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) e indicó que la estrategia ayudará a la amplia campaña del presidente Trump contra los indocumentados.
Agregó que desde que el republicano arribó a la Casa Blanca, 29 departamentos se han unido a un programa especial bajo el cual están asignados para realizar algunas tareas de agentes de inmigración, duplicando su tamaño en 10 meses.
Los documentos obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información muestran que el gobierno de Trump también ha tenido contacto con decenas de jurisdicciones adicionales sobre el programa, y 38 de ellos dijeron a Reuters en entrevistas que presentaron solicitudes para el programa o que posiblemente estén interesados en unirse.
Con el programa 287(g), los oficiales locales entrenados por el ICE pueden usar los registros federales para investigar si personas detenidas son indocumentadas, para luego entregarlas a agentes federales, en caso de confirmarlo.
El Departamento de Seguridad Nacional ha dicho en el pasado que las fuerzas policiales que participan en el programa han marcado a decenas de miles de personas para su deportación.
La mayoría de los departamentos de policía que se han unido, o están buscando unirse al programa, tienen poblaciones relativamente pequeñas, típicamente menos de 100,000 residentes, con pequeñas poblaciones de inmigrantes.
En contraste, las aproximadamente tres docenas de las llamadas “ciudades santuario” que han limitado su cooperación en la aplicación de la Ley de Inmigración tienen una población mediana de medio millón de personas y poblaciones más grandes nacidas en el extranjero, según un análisis de Reuters.
Bajo la presidencia de Barack Obama, el programa 287 (g) se redujo y su financiación bajó en medio de las preocupaciones de que algunos departamentos de Policía estaban enfocados en inmigrantes hispanos.