Reynosa, México.- La Policía mexicana detuvo este jueves a 79 migrantes centroamericanos a orillas del río Bravo que delimita la frontera de México con Estados Unidos, informó la Secretaria de Seguridad Pública Federal.
Con este contingente, los migrantes centroamericanos detenidos en Tamaulipas suman un total de 139 en los últimos tres días, desde que las autoridades aplicaron un operativo para localizar a 19 de ellos que fueron bajados de un autobús y llevados con destino desconocido.
La Policía hacia un recorrido de vigilancia sobre la zona del río que divide a México y a Estados Unidos, cuando observó a los 79 migrantes, 35 guatemaltecos, 27 salvadoreños y 17 hondureños.
Durante el operativo se registró un enfrentamiento a balazos entre los policías y civiles armados, que finalmente abordaron sus vehículos y emprendieron la huida, señalaron las autoridades federales mexicanas.
Luego de verificar que se encontraban bien de salud, los migrantes fueron llevados a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) de Reynosa, estado mexicano de Tamaulipas, indicaron.
En la sede el INM se iniciarán los procesos de repatriación de los migrantes a sus países de origen informaron.
Un grupo de 25 guatemaltecos fue detenido por las autoridades mexicanas durante el operativo de inspección de los autobuses de pasajeros que hacen la Policía federal para prevenir la trata y el tráfico de personas en Tamaulipas.
Al abordar el autobús se les pidió que se identificaran, 25 de ellos dijeron ser originarios de Guatemala, por lo que se informó al INM y fueron puestos bajo su cuidado.
El autobús partió de Ciudad de México el miércoles y las autoridades lo revisaron en un tramo de la carretera de Ciudad Victoria a Matamoros, la misma en donde hace una semana 19 migrantes fueron bajados de su transporte por desconocidos.
Este autobús salió de Tampico con 42 pasajeros y mientras se encontraba en su recorrido fue detenido por hombres armados que circulaban en al menos cuatro vehículos.
Tras abordar el autobús obligaron a descender a los pasajeros del sexo masculino para subirlos en sus vehículos con los que llegaron al lugar y darse después a la fuga con rumbo desconocido.