Nuevas evidencias confirman los abusos sistemáticos de los que son víctimas miles de indocumentados cuando caen en la manos de la “Migra”.
Un estudio difundido señaló que a los indocumentados mexicanos detenidos en la frontera se les priva de información a la que legalmente tienen acceso y se les impide cumplir con procedimientos para solicitar asilo político.
El informe “Deportaciones en la Oscuridad. Falta de Proceso e Información en la Deportación de Migrantes Mexicanos”, dado a conocer por el Concilio Americano de Inmigración, destaca que existe un “patrón de maltrato” durante la aprehensión, custodia y deportación de inmigrantes mexicanos desde EE.UU.
El documento señala, entre otras cosas, que los agentes de Inmigración estadounidenses impiden a los migrantes mexicanos ponerse en contacto son sus consulados, les obligan a firmar documentos que no pueden leer o entender y les impide solicitar asilo político.
El análisis se basa en encuestas hechas entre agosto de 2016 y abril de 2017 a unos 600 inmigrantes que fueron deportados a través de la frontera de Arizona y Texas.
El 43.5 % de los encuestados para este estudio dijo no haber recibido notificación de su derecho de contactar su consulado. El 55.7 % aseguró que nunca le preguntaron si tenían miedo de regresar a su país de origen.
Asimismo, cerca de un cuarto de los encuestados (23.5 %) dijeron haber sido “víctimas de algún tipo de abuso o agresión” de manos de autoridades migratorias durante su aprensión.
El 50.7 % indicó haber firmado documentos de repatriación sin que se les permitiera leerlos antes de firmarlos, mientras que el 57.6 % dijo no haber recibido los documentos de su repatriación.
“Me sentí presionado a firmar documentos antes de dejar EE.UU. Los oficiales no me explicaron el contenido de estos documentos que firmé y no me permitieron leerlo. Tampoco me dijeron que tenía el derecho de comunicarme con mi consulado”, dijo a los entrevistadores un hombre de 20 años, que no se identificó, y que fue deportado a Nogales, en Sonora (México).
El reporte resalta que aunque existen vías para que los inmigrantes presenten quejas a la Oficina de Inmigración y Aduanas (CBP) es “muy difícil” que se tomen medidas o sanciones.