Austin, TX.- La Patrulla Fronteriza (CBP, en inglés) desmintió hoy que los puentes internacionales en la frontera entre México y Texas se hayan cerrado con motivo de los ejercicios que las autoridades estadounidenses realizan ante la llegada de la caravana de inmigrantes centroamericanos.
En un mensaje publicado en español, a través de su cuenta de Twitter, la CBP del sector Sur de Texas aseguró que estas maniobras “no impiden el flujo de tráfico” habitual en esta zona.
“Un mensaje escrito en español circulando en redes sociales acerca de los ejercicios de cierre de los puentes internacionales es completamente falso y no proviene de CBP. Estamos realizando ejercicios, pero los puentes continuarán abiertos. No impiden el flujo de tráfico fronterizo normal”, explicaron.
En las últimas semanas, el Pentágono desplegó en los estados de California, Arizona y Texas más de 5.000 soldados, después de que la Casa Blanca ordenara frenar la “invasión” que anticipa por la llegada de miles de inmigrantes que se dirigen en caravanas.
En la jornada de hoy, según una información de The Washington Post, la CBP canceló de forma “abrupta” un ejercicio de control de multitudes que había planeado cerca de un vecindario hispano en la localidad fronteriza de El Paso (Texas).
El diario capitalino argumentó que las protestas de varias organizaciones en defensa de los inmigrantes, que advirtieron de que la presencia de agentes armados podía desalentar la participación electoral, obligaron a las autoridades a cancelar su agenda.
Funcionarios de la CBP y del Departamento de Seguridad Nacional, siempre según la versión del Post, rechazaron las acusaciones de que las maniobras de capacitación o su programación tuvieran alguna relación con las elecciones.
Los miembros de la caravana de migrantes centroamericanos, la mayoría de ellos hondureños, llegó a la capital de México en su camino hacia la frontera con EE.UU., y ya conforman un multitudinario grupo de miles de personas que ha sido recibido por una ola de solidaridad.
De acuerdo con Pueblo sin Fronteras, organización que acompaña a este masivo movimiento, el 5 de noviembre llegaron unas 5.000 personas desde los estados de Puebla y Veracruz; aunque el responsable de la demarcación mexicana de Iztacalco, Armando Quintero, dijo que son 7.000 personas y que las instalaciones están “al límite de su capacidad”.