San Ysidro, CA.- El gobernador de California, Gavin Newsom, visitó este jueves a la comunidad de San Ysidro, fronteriza con Tijuana (México), para analizar con líderes locales los efectos de las medidas migratorias del Gobierno del presidente Donald Trump en la región.
En esta, su segunda visita a la localidad en los últimos meses, Newsom destacó que las opiniones de quienes viven en la frontera deben ser “el frente y centro de este debate”, y no las de “políticos con agendas políticas”.
“La solución está en los corazones y mentes de quienes habitan aquí y en las comunidades a lo largo de la frontera, que pueden expresarse de una forma diferente y más profunda”, comentó el gobernador, quien escuchó las preocupaciones de los presentes durante más de media hora.
San Ysidro alberga unos de los puertos fronterizos más transitados del mundo, por el que miles de centroamericanos han pasado últimamente para solicitar asilo político. Su comunidad dice verse afectada negativamente por las decisiones que se toman en la Casa Blanca.
“No hay ninguna crisis aquí”, sostuvo Mónica Hernández, residente de San Ysidro desde hace más de 30 años, durante la charla con el gobernador, a la que asistieron líderes de la comunidad y vecinos.
Hernández agradeció al mandatario estatal el haber retirado a la Guardia Nacional enviada por Trump, ya que, consideró, se trata de “una demostración innecesaria de fuerza”, dado que no había una problemática de seguridad que justificara la presencia de los efectivos militares.
Si bien reconoció a los elementos por su servicio al país, dijo que en ocasiones se les veía sin realizar alguna actividad en concreto, ya que “no había mucho que ellos pudieran hacer ante la inexistencia de una crisis”, apuntó Hernández.
El arribo a esta localidad de varias caravanas migrantes procedentes de Centroamérica ocasionó que la Administración de Trump reforzara la seguridad en la frontera con México.
Vecinos de San Ysidro tuvieron que convivir con el ruido de helicópteros, así como con el tránsito de vehículos militares por las calles.
“Nunca en mi vida había visto semejante militarización, justo frente a mi casa”, señaló el estudiante Héctor Castro, quien coordina eventos musicales en la comunidad.
“Al llegar de la escuela tengo que ver tanques, camiones y helicópteros en las calles donde crecí. Todo esto es innecesario para (apoyar a) la Patrulla Fronteriza”, agregó el joven de 19 años. La mayor incertidumbre para vecinos de esta comunidad, según manifestaron a Efe, es que nuevamente hagan un cierre “técnico” de la frontera, pues el daño económico siempre viene aparejado.
“(Tales decisiones) paran a toda una comunidad. Impacta cada aspecto de la vida, desde ir a la escuela, ver a tu familia, (llevar) los negocios”, indicó Lisa Cuestas, presidenta de la organización Casa Familiar.
A finales del año pasado, el Gobierno federal cerró las frontera en seis ocasiones, ya sea para realizar simulacros en los puertos de entrada, o debido a manifestaciones que se salieron de control.
El domingo correspondiente al fin de semana del “Black Friday” (Viernes Negro, uno de los eventos comerciales más grandes de EEUU), se suspendió el cruce fronterizo con México durante cinco horas.
Esto ocasionó pérdidas por encima de los 5 millones de dólares, según datos de la Cámara de Comercio de San Ysidro.
Los pobladores afirman que, si realmente hubiera una emergencia de seguridad, ellos serían los primeros en solicitar la intervención de las autoridades.
Por tal motivo es que pidieron al gobernador Newsom y a las autoridades federales que se atiendan “las verdaderas crisis” que los afectan.
Entre estas, destacan la falta de vivienda asequible, la contaminación del aire y los derrames de “aguas negras” que llegan a sus costas desde México.