NUEVA YORK.- Cientos de neoyorquinos se manifestaron en las cercanías de la Torre Trump para mostrar su apoyo a la comunidad inmigrante del país en el segundo día de visita del presidente de EE.UU., Donald Trump, a la Gran Manzana.
En concreto, los manifestantes defendieron la permanencia del programa “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (DACA) cuando se cumplen cinco años desde su creación por parte del exmandatario Barack Obama, que beneficia a jóvenes que llegaron a EE.UU. antes de cumplir los 16 años.
Indocumentados como Ángel Ortega Morales acudieron cerca de la Torre Trump, donde permanece el mandatario durante su corta visita a la ciudad, para pedir que no se derogue el programa.
“Si lo eliminan perderé mi empleo y no podré pagar mis estudios de maestría” en Educación, dijo a Efe el inmigrante mexicano, que llevaba un letrero con el mensaje de “indocumentado pero sin miedo”.
Ortega Morales, de 27 años y que llegó a EE.UU cuando apenas tenía 4, trabaja como maestro sustituto y, con su salario, paga sus estudios de maestría.
Su caso es el de miles de jóvenes “dreamers” o soñadores, como se les conoce, que llegaron a este país antes de cumplir 16 años, que han residido aquí continuamente desde el 1 de enero de 2010, que están estudiando, se han graduado, o son veteranos de la Guardia Costera o de las Fuerzas Armadas.
Para César Vargas, el primer indocumentado en obtener un título de abogado en Nueva York, derogar el DACA significaría la posibilidad de perder su licencia de abogado, la de conducir, su trabajo y la casa que compró hace un año, lo mismo que les pasaría a miles de personas más que se benefician de la iniciativa.
Advirtió que “con o sin DACA” miles de jóvenes indocumentados seguirían estudiando (en la universidad) pero reconoció que se les haría muy difícil sin poder trabajar legalmente.
Vargas fue uno de decenas de neoyorquinos, jóvenes indocumentados y otros residentes de la ciudad que acudieron en apoyo de los inmigrantes que participaron de la manifestación, a pasos de la Torre Trump y bajo estrictas medidas de seguridad que se han vuelto una pesadilla para conductores y transeúntes.
El fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, advirtió en junio al fiscal general, Jeff Sessions, que demandaría al Gobierno de Trump si no elimina el programa DACA antes del 5 de septiembre, en una carta que además firmaron otros nueve fiscales generales republicanos y el gobernador de Idaho.
Durante la manifestación también se defendió la protección del Estatus de Protección Temporal (TPS) que también está amenazado.
El TPS es un beneficio que otorga EE.UU. a inmigrantes indocumentados que no pueden regresar a sus países debido a conflictos civiles, desastres naturales u otras circunstancias extraordinarias, que les permite trabajar con un permiso temporal.
Los cientos de neoyorquinos que se congregaron en el segundo día de protestas, de diversas países y religiones, portaban carteles con mensajes como “educación, no detención”, “defiendan el DACA”, “detengan la criminalización de inmigrantes” o “estamos para quedarnos”, pero también hubo otras como “Nueva York te odia”.
Asimismo, se escucharon gritos de “Musulmanes y refugiados son bienvenidos”, en alusión a las órdenes ejecutivas de la Administración Trump de prohibir la entrada a inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.