TIJUANA, MÉXICO.- Alrededor de 200 migrantes centroamericanos que llegaron ayer a la garita de San Ysidro a pedir asilo aguardan hoy con incertidumbre a que las autoridades estadounidenses procesen sus solicitudes, mientras sus compañeros de viaje esperan su turno en la ciudad mexicana de Tijuana.
Medio centenar de ellos pernoctaron en una explanada ante la entrada de la garita, sitio conocido como El Chaparral, porque la instalación migratoria estadounidense ya se encontraba llena.
Aproximadamente 130 más aguardan en albergues de Tijuana, estado noroccidental de Baja California, su oportunidad para acercarse a la garita y presentar sus solicitudes, que de ser aprobadas les darían acceso provisional a Estados Unidos, pero en centros de detención donde sus casos serían analizados con mayor detalle.
Con la llegada de los primeros integrantes de la caravana a la garita e cumplió una etapa más del fenómeno de migración colectiva que se inició a fines de marzo en el estado mexicano de Chiapas y que llegó a Tijuana, frontera con Estados Unidos, prácticamente un mes después.
Este domingo, cientos de migrantes, procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, se manifestaron en Tijuana, respaldados por simpatizantes a uno y otro lado de la frontera. Los dos contingentes se manifestaron en el área de Playas de Tijuana, donde el cerco fronterizo se interna en las aguas del Pacífico.
La caravana, que se inició con unos 1.500 migrantes, arrancó su viaje en Tapachula (Chiapas) y apenas el jueves pasado llegaron unos 130 a Tijuana. Unos 200 más se les unieron el viernes.
El resto de la caravana se dispersó previamente de forma paulatina desde su llegada a Puebla y a la capital mexicana, en el centro del país.
Los migrantes tienen como objetivo solicitar asilo humanitario en Estados Unidos ante la violencia que existe en sus países de origen, principalmente por los grupos criminales.