Washington, DC.- La ministra de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, aseguró este jueves que las caravanas de migrantes “muy pronto” se convertirán en “algo normal”, y alertó de que, de no cambiar la situación en el “Triángulo Norte” de Centroamérica, la cifra de inmigrantes puede llegar a 700.000 cada año.
“El nuevo modelo de migración más seguro para los migrantes es a través de las caravanas. Es un nuevo fenómeno que no lo habíamos tenido antes”, afirmó Sánchez Cordero al intervenir en un encuentro organizado en Washington por el Migration Policy Institute.
“Hay que ver quiénes están promoviendo las caravanas, qué organizaciones están promoviendo esas caravanas, quiénes son los líderes (…), cómo reclutan a la gente desde Honduras estos líderes y cómo realizan este movimiento migratorio inusual, pero que muy pronto se va a convertir en algo normal”, afirmó.
Sánchez Cordero advirtió de que el “tráfico de personas es un negocio enorme” y, a manera de ejemplo, explicó que si quienes promueven esa actividad cobran 2.000 dólares por persona a un grupo de 300.000 o 400.000 migrantes “de qué dimensiones de negocio estamos hablando”.
La funcionaria, de visita en Washington, donde se reunirá con la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, advirtió de que “mientras los habitantes del ‘Triángulo Norte’ de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) sigan careciendo de oportunidades de progreso (…), México seguirá recibiendo un flujo muy importante de esa región”.
“No se emigra por gusto, se emigra por necesidad, por falta de oportunidades en sus países de origen y por violencia”, argumentó.
Y estimó que, de no cambiar el panorama actual, “en los próximos cinco años, el número de migrantes centroamericanos que se internan” a México “podría alcanzar la cifra de 700.000 individuos anuales”.
Esa cifra también incluiría a ciudadanos nicaragüenses, flujo que, según la funcionaria, no era considerado antes, pero que empieza a registrarse debido a “las condiciones políticas”.
Sánchez Cordero enfatizó que “ha cambiado notoriamente el flujo migratorio entre México y Estados Unidos”.
“Nosotros no somos un problema de flujo migratorio para Estados Unidos, pero sí tratamos de ser parte de la solución”, detalló la funcionaria.
“Mucha gente piensa que la migración (…) de mexicanos hacia EE.UU. sigue siendo uno de los grandes temas cuando no lo es ya más. Hace varios años que la tasa de migración de mexicanos a los EE.UU. declinó en forma muy importante, a tal grado que hoy estamos hablando con una tasa cercana a cero o inclusive de una tasa negativa”, por las deportaciones o retornos de mexicanos, explicó.
En tal sentido, aseguró que la política del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es “radicalmente distinta”, ya que busca atender las causas de la migración y permitir que se puedan “detonar los índices de desarrollo”, en el sur de México y en el Triángulo Norte.