CHICAGO, IL.- Los mexicanos Gabriel Solache y Arturo de León Reyes, que fueron exonerados de un doble homicidio que no cometieron, y por el que permanecieron 19 años en una prisión de máxima seguridad en Illinois, solicitaron hoy la Visa U como víctimas de violencia policial.
La abogada que los representa ante Inmigración, Vân B. Huynh, declaró hoy en conferencia de prensa que sus clientes necesitan reconstruir sus vidas sin preocuparse por su estatus y la posibilidad de una deportación.
Según el pedido, tanto el Departamento de Policía de Chicago como la Procuraduría de Justicia del condado Cook, deberían certificar los malos tratos recibidos por Solache y de León Reyes para poder avanzar en la solicitud de la visa que se otorga a las víctimas de crímenes violentos.
“No será fácil que reconozcan lo que hicieron, pero es lo correcto”, agregó Huynh.
Solache, presente en la conferencia de prensa, declaró a Efe que quiere tener la libertad de viajar a México para reencontrarse con su familia en Michoacán, pero también de regresar a los EE.UU cuando lo desee.
“Es algo que merezco después de todo lo que pasé; estuve casi 20 años en prisión por un crimen que no cometí, entre ellos dos en el corredor de la muerte”, sostuvo.
Solache y Reyes mantuvieron su inocencia desde el comienzo del proceso por un doble homicidio y secuestro de un menor, y durante los 15 años de apelaciones de las condenas.
La fiscalía accedió a retirar los cargos al comprobarse abusos cometidos por el detective Reynaldo Guevara durante la investigación, y los dos fueron exonerados el 21 de diciembre pasado.
Un juez de la corte del condado Cook aceptó los argumentos de que los dos fueron sometidos a violencia física, abusos psicológicos y a varios días de interrogatorios, hasta que firmaron declaraciones donde se incriminaban.
Al ser liberados en diciembre último de una prisión de máxima seguridad, Solache y Reyes quedaron bajo custodia de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), para ser deportados por haber ingresado indocumentados a los Estados Unidos en 1992.
Reyes abandonó voluntariamente el país hace dos semanas, mientras que Solache está en libertad bajo fianza en lo que se tramita su caso.
Antes de irse, Reyes demandó a Guevara, a otros oficiales del Departamento de Policía de Chicago y a fiscales de la corte del Condado Cook, por haber “inventado” las confesiones, y reclamó una compensación financiera.
La visa U le permitiría regresar a los EE.UU para acompañar la demanda, pero también sería una forma de que “el Gobierno corrija el error cometido” contra los dos, dijo la abogada Karen Daniel, de la escuela de leyes de la Universidad Northwestern.
En la demanda se señala que tanto Reyes como Solache, quien también prepara una acción legal por separado, fueron parte de un grupo de 14 personas cuyas condenas se anularon en los últimos años al comprobarse los abusos cometidos por Guevara para incriminarlas.