WASHINGTON, DC.- La subida de los salarios y las mejoras de los puestos de trabajo de los beneficiaros de la Acción Diferida (DACA) tienen un impacto “positivo” en la evolución de la economía, según un estudio publicado hoy por el Centro para el Progreso Estadounidense (CAP).
La publicación del estudio coincide con el sexto aniversario desde que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) comenzara a aceptar solicitudes para este programa, que había sido proclamado un mes antes por el entonces presidente Barack Obama.
Desde entonces, los sueldos de los jóvenes indocumentados bajo el programa DACA se han incrementado un 78 %, desde los 10,32 dólares por hora que cobraban sin este permiso migratorio hasta los 18,42 dólares por hora que actualmente perciben.
Además, el 89 % de estos jóvenes están actualmente con empleo. De ellos, más de la mitad tienen un trabajo en el que están mejor pagados y el 46 % cambió a un puesto “con mejores condiciones laborales”, de acuerdo con el análisis, elaborado también por el Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC) y United We Dream (UWD).
Gracias a DACA, seis de cada diez beneficiarios han podido adquirir su primer automóvil, una situación “que no sólo supone ingresos a nivel estatal sino que aumenta el número de licencias de vehículos y conductores con seguro en la carretera”, de acuerdo al informe.
Los centros de investigación también encontraron que el 14 % de estos jóvenes ha comprado también su primera casa, un porcentaje que sube hasta el 20 % si se tiene únicamente en cuenta los beneficiarios mayores de 25 años.
Más allá de resaltar los beneficios de DACA, los expertos mostraron su preocupación sobre la situación actual de estos jóvenes indocumentados, que se encuentran en un limbo legal provocado por la política migratoria del presidente, Donald Trump.
Esta inseguridad “está afectando el bienestar de los jóvenes con DACA”, de acuerdo al informe, que halló que la mitad de ellos piensan “al menos una vez al día” en ser detenidos y/o deportados.
Entre los beneficiaros que ya han sido padres, esta proporción sube al 75 %.
Debido al fracaso del Congreso en aprobar una legislación que otorgue finalmente un estatus migratorio permanente a los jóvenes acogidos al programa, el futuro de DACA está ahora en manos de las cortes.