MIAMI, FL.- La hondureña Reyna Gómez, que en 12 años no ha podido arreglar su situación en Estados Unidos, donde ha solicitado asilo político, pero le fue denegado, superó una nueva audiencia migratoria sin ser detenida, pero en dos semanas más deberá presentarse ante el juez que decidirá si es deportada o no.
Gómez, de 49 años y afectada por una rara enfermedad parecida a la leucemia, que requiere atención especializada, acudió ante un juez de asuntos migratorios acompañada de un abogado y arropada por activistas y trabajadoras domésticas como ella, las cuales temían que fuera víctima de una “redada silenciosa”, lo que no ocurrió.
Con ese nombre se conoce a las detenciones de inmigrantes que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están haciendo en sedes de ese organismo o en tribunales, cuando los extranjeros acuden a una cita o a realizar algún trámite.
Gómez salió de la oficina con una orden de supervisión que le permitirá solicitar un permiso de trabajo y la promesa de una decisión en aproximadamente dos semanas.
“La decisión de dejarme ir hoy fue una pequeña victoria para mí y mi comunidad, aunque sólo sea temporal. Espero que tomen la decisión correcta porque si me deportan de vuelta a Honduras mi vida estará literalmente en riesgo”, dijo Reyna Gómez a la salida de la oficina de ICE en Miramar, a 34 kilómetros al norte de Miami.
En la cita anterior, el 27 de junio, ICE le concedió sólo 30 días para demostrar que no puede recibir tratamiento médico en Honduras para tratar su enfermedad.
Gómez pidió asilo después de huir de Honduras, pero le fue negado y en cambio le dieron una orden de deportación. Desde entonces ha tratado de encontrar una manera legal de quedarse en este país.
“Estoy agradecida con mi comunidad por formar un círculo de protección y acompañarme a cada visita al ICE. Debemos seguir organizándonos para protegernos mutuamente durante estos tiempos, porque esta administración no puede quitarnos nuestra esperanza y nuestra comunidad”, señaló Gómez en un comunicado.
“Mi vida está literalmente en peligro si regreso a Honduras”, dijo Hionduras, quien huyó de su país por una situación de violencia doméstica.
Sobre las “redadas silenciosas”, María Bilbao, activista del grupo United We Dream, quien se desplazó hasta Miramar para acompañar a su compañera Gómez, dijo: “se burlan de nosotros. Los inmigrantes vienen a sus chequeos siguiendo la ley y muchos quedan detenidos”.
Bilbao recomendó a todos los indocumentados o inmigrantes en proceso de regularización de su estatus migratorio que consulten con un abogado antes de presentarse a una corte alojada de estos edificios del ICE.
Con la Administración de Donald Trump, “todos somos prioridad y te detienen simplemente por no tener licencia de conducir”, agregó.
“Estamos aquí en solidaridad con Reyna y contra la guerra que este Gobierno le tienen declarada a los pobres inmigrantes, a los que quita servicios básicos”, dijo con indignación a Efe Marcia Olivo, activista del Centro de Trabajadores de Florida.
Olivo afirmó que continuarán sin desmayo la “lucha por la dignidad de las personas como Reyna para que prevalezca la cordura y la moral”.