WASHINGTON, DC.- La proporción de arrestos en EE.UU. a inmigrantes irregulares que no han sido condenados por ningún crimen se incrementó en la primera mitad del año fiscal 2018 bajo el gobierno de Donald Trump, según datos ofrecidos hoy por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
En los primeros seis meses del año fiscal 2018, que será el primero completo bajo el mando de Trump, se incrementó considerablemente la proporción de arrestos a inmigrantes irregulares que no habían sido condenados por ningún crimen respecto al total de detenciones a este colectivo.
Según los datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) publicados hoy, el número de personas arrestadas en esta categoría pasó de los 13.243 (un 21,15 % del total) en ese periodo de 2017, a los 26.547 (33,5 %) en la primera mitad del presente año fiscal, que abarca desde octubre hasta marzo.
La proporción de arrestos a este grupo de personas que no han sido condenadas creció por segundo año consecutivo, el segundo con Trump, ya que en 2016 el porcentaje apenas suponía el 12,66 %.
“Muchos de los no criminales (los no condenados por un crimen) no eran una prioridad de la anterior Administración, pero ahora sí lo son. Es por eso que los criminales son un menor porcentaje, pero siguen siendo nuestro principal foco”, explicó Corey Price, alto cargo de la Agencia de Aplicación de la Ley y Operaciones de Deportación (ERO) de ICE.
El Gobierno de Barack Obama (2009-2017) centraba los esfuerzos en deportar a aquellos que habían cometido un crimen, pero Trump decidió ampliar el abanico y expulsar a quienes están acusados de un delito pero cuya culpabilidad no ha sido probada, lo que para muchas organizaciones viola el principio de presunción de inocencia.
Estos datos se enmarcan en un contexto en el que la Administración Trump ha intensificado su retórica y sus actuaciones contra la inmigración irregular, entrando en conflicto con las llamadas “ciudades santuario” que protegían de la deportación a los indocumentados absteniéndose de aplicar determinadas leyes migratorias.
“En áreas donde somos retados por las autoridades locales que no cooperan con nosotros, nuestros agentes tienen que hacer un mayor número de arrestos de no criminales”, argumentó Price en referencia a áreas como el estado de California.
Además, también se incrementó el número total de detenciones, que pasó de 62.623 inmigrantes irregulares detenidos en la primera mitad del año fiscal 2017 a 79.286 en este tramo de 2018.
También se trata del segundo año consecutivo de subidas, ya que en el año fiscal 2016, los arrestos alcanzaron los 54.035.
En cuanto a las deportaciones registradas en ese periodo, se redujo el número de casos entre 2017 y 2018, de 125.607 a 116.003, aunque estas cifras solo incluyen datos hasta el 7 de abril de este ejercicio.
En la primera mitad del año fiscal 2016, la cifra fue similar a la recogida este curso, fijándose en los 117.391 deportaciones.