Washington, DC.- Grupos hispanos y proinmigrantes rechazaron hoy la reforma del sistema migratorio anunciada por el presidente, Donald Trump, pero auguraron que no llegará más allá del Congreso, donde los demócratas tienen la mayoría en la Cámara Baja.
La organización hispana UnidosUS, antiguamente conocida como Consejo Nacional de la Raza (NCLR), subrayó en un comunicado que esta reforma “está muerta a su llegada”.
El asesor de Política de UnidosUS Carlos Guevara indicó que “no es la clase de propuesta que uniría a los republicanos; y los demócratas no la van a apoyar tampoco”.
Guevara consideró que la iniciativa no aborda “los retos reales” en materia migratoria: A su juicio, no hace “nada” para solucionar las separaciones de familias migrantes, ni tampoco la situación de los beneficiarios de los programas de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), ni del Estatuto de Protección Temporal (TPS).
En un discurso desde la Casa Blanca Trump pidió este jueves cambiar el sistema migratorio para admitir solo peticiones de asilo “legítimas” y propuso un mecanismo de puntos para conceder más permisos de residencia en base al “mérito” y menos por los lazos familiares.
Para Guevara, “este plan propone cambiar el rostro de los inmigrantes legales para favorecer a los ‘mejores’, lo que en realidad significa ricos, a expensas de reunir a familias migrantes”.
El grupo Immigration Hub auguró que esta iniciativa es el “último proyecto de la vanidad” del yerno de Trump, Jared Kushner, y señaló que “probablemente vaya a morir a su llegada al Capitolio”.
“El proyecto de después de la escuela de Jared Kushner nunca va a ver la luz del día con los demócratas y republicanos diciendo que es inútil y que está muerto a su llegada”, destacó el director de Immigration Hub, Tyler Moran, quien aseguró que el anuncio del presidente tiene el objetivo de contentar a su base electoral de cara a los comicios presidenciales de 2020.
Por su parte, el presidente nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), Domingo García, recordó que su organización ha intentado en los últimos meses encontrar una salida bipartidista a la reforma migratoria, e incluso se reunieron con Kushner, con la esperanza de hallar una vía.
“En su lugar, esta Administración ha elegido esconderse detrás de la fachada de un plan de inmigración mejorado que sea adecuado políticamente y que alimente el frenesí de xenofobia de aquellos que claman que los inmigrantes latinos y refugiados no son bienvenidos aquí”, apuntó Garcia.
Se quejó de que la reforma no responde las necesidades de mano de obra y “abre interrogantes para los agricultores, dueños de negocios y contratistas que se preguntan ¿Quién cosechará nuestra comida, trabajará en nuestras fábricas y construirá nuestras casas?”.
La organización Southern Poverty Law Center (SPLC) hizo hincapié en que “esta propuesta ignora a los once millones de indocumentados que residen en EE.UU.”.
“Ve a la gente como nada más que trabajadores, sugiriendo que los programas explotadores de trabajadores invitados deberían ser el modelo para nuestro sistema de inmigración y devalúa los vínculos familiares”, dijo este grupo en una nota.
SPLC denunció que la iniciativa pretende imponer el inglés como requisito migratorio, lo que “está profundamente” en contra de los valores estadounidenses y de la diversidad.
En consecuencia, instó al Congreso a que impulse una reforma de inmigración que tenga impacto para enmendar “un sistema roto”.
SPLC recordó que actualmente “hay demandantes de asilo forzados a vivir en situaciones peligrosas en México, menores detenidos indefinidamente y mantenidos lejos de sus familias, y otros sufrimientos incontables bajo unas políticas que luchan para aislar e intimidar, al tiempo que demonizan los inmigrantes”.
El National Migration Forum vio el lado positivo del plan, aunque también se quejó de sus fallos. Su director ejecutivo. Ali Noorani, opinó que la iniciativa contempla las necesidades de los inmigrantes y su contribución a la prosperidad económica e innovación.
“Este es un principio fuerte para comenzar a construir una conversación sobre un arreglo de nuestro sistema migratorio. Sin embargo, con una tasa de natalidad en declive y una economía que necesita trabajadores capacitados en todos los sectores, necesitamos soluciones amplias”.