Ciudad de México, México.- El Gobierno de México frustró el intento de tres centenares de cubanos de llegar a la capital mexicana mientras mantiene contenidos a miles de migrantes centroamericanos desde hace meses a escasos kilómetros de la frontera con Guatemala.
Agentes de la Policía Federal interceptaron en la noche del miércoles en Huixtla, en el suroriental estado de Chiapas, cinco autobuses en los que viajaban alrededor de 300 cubanos que tenían intención de llegar a Ciudad de México para luego proseguir su camino hacia Estados Unidos.
Según el relato de los cubanos, los miembros de las fuerzas de seguridad atravesaron sus unidades para cerrar el paso a este contingente que salió de Tapachula.
Las autoridades mexicanas comunicaron a los cubanos que debían regresar a Tapachula, ciudad cercana a la frontera con Guatemala, donde se encuentra la estación migratoria que gestiona la regularización de los migrantes en México.
Este hecho elevó la tensión entre los migrantes y las autoridades, aunque la mayoría de cubanos hizo el viaje de vuelta a Tapachula, situada a 42 kilómetros de Huixtla.
Sin embargo, una cincuentena de migrantes cubanos decidió pasar la noche en Huixtla y sumarse así a la caravana de cerca de 3.000 migrantes centroamericanos que también persigue su sueño de alcanzar territorio estadounidense.
Denis Hernández, uno de los cubanos que se integró en esta caravana, contó a Efe por teléfono que la Policía Federal mexicana “hizo todo lo posible” para que no pudieran proseguir su camino.
Además, con la voz afónica por los gritos que dirigió a los policías, Hernández explica que hubo “agresiones” y que “a unos compañeros lo agarraron por la fuerza”.
Este grupo de cubanos lleva algunas semanas varado en la frontera sur de México después de haber pasado por Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala.
Hernández aseveró que “el pueblo mexicano hace lo que no hizo su gobierno”, puesto que por los municipios en los que han pasado, han recibido atención y alimentos por parte de los vecinos.
También agradeció a la caravana de Huixtla, compuesta en su mayoría de hondureños, por haberlos acogido al permitir que esta cincuentena de cubanos se integraran con ellos.
El Instituto Nacional de Migración (Inami), contactado por Efe, dijo desconocer los detalles del suceso con la caravana de migrantes cubanos y atribuyó el bloqueo a la Policía Federal, de quien están esperando un reporte.
Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia el 1 de diciembre, el Gobierno mexicano impulsó un plan de entrega de visas por razones humanitarias para los migrantes centroamericanos que cruzan el país con destino a Estados Unidos.
Sin embargo, este plan expiró en enero y, desde entonces, las autoridades mexicanas intentan contener a miles de personas en la frontera sur y realizan deportaciones de migrantes que no regularizaron su situación en el país.
Y esto en un contexto de tensión diplomática entre México y Estados Unidos, ya que el mandatario estadounidense Donald Trump está presionando para que el Gobierno mexicano no permita que las caravanas sigan su recorrido.
La frágil situación que padecen miles de migrantes en la frontera sur de México ha sido denunciada por varias ONG.
Entre estas, Pueblo Sin Fronteras, quien ve “fines políticos” de Donald Trump en estas caravanas, coadyuvado por López Obrador.
El director de la ONG, Irineo Mujica, comentó este jueves a Efe que su organización ya no ayuda a las caravanas precisamente por este tema y por la persecución que asegura que dan las autoridades mexicanas a los activistas.
“Hablaban de contención abierta, de salvoconductos, pero la situación se ha puesto mucho más represiva”, apuntó.