San Diego, CA.- La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) cerró parcialmente desde el 13 de noviembre carriles en los cruces internacionales de San Ysidro y Otay Mesa, entre California y México, para la instalación de cercos de seguridad en anticipo a la llegada a la frontera de las caravanas de migrantes.
Elementos de las fuerzas armadas, que permanecen en los alrededores del puerto de ingreso como parte del operativo del presidente Donald Trump, colocaron muros de contención y cercos de alambre en tres carriles en San Ysidro, considerado el cruce internacional más transitado en el mundo.
En el cruce fronterizo de Otay Mesa, autoridades hicieron lo propio en uno de los doce carriles de ingreso al país.
En consecuencia, algunos automovilistas que frecuentan ambos lados de la frontera dijeron haber experimentado demoras “más altas a lo habitual” y se sorprendieron al ver la presencia de soldados en las inmediaciones de la garita.
“Sí llama mucho la atención, hasta parece zona en guerra”, dijo a Efe Juan Serrano, uno de los tantos conductores que esperaba en fila su ingreso a Estados Unidos.
Otros automovilistas mostraron más su preocupación por el hecho de que los tiempos de espera pudieran acrecentarse en vísperas de la semana festiva por el Día de Acción de Gracias.
Jason Wells, director de la Cámara de Comercio de San Ysidro, indicó que se reunió con personal de CBP, quienes le aseguraron estar tomando medidas para agilizar el cruce, en la medida posible, durante el tiempo que se extienda el cierre.
Muchos negocios que dependen de la clientela al sur de la frontera temen que este operativo afecte al comercio.
“Estamos haciendo todo lo posible para que las demoras no nos afecten”, sostuvo Wells e indicó que la mayoría de los comercios en San Ysidro “ganan lo que van a ganar en todo el año” entre noviembre y enero.
Pete Flores, director de operaciones terrestres para CBP en San Diego, señaló por su parte que se preparan para el “arribo potencial de miles de personas que migran con la caravana” que se dirige a Estados Unidos en búsqueda de asilo político.
Recientemente, el funcionario reiteró que están listos para cualquier contingencia, incluso disturbios como los vistos entre las autoridades mexicanas y algunos integrantes de una caravana en la frontera de Guatemala y México.
“Los materiales se utilizarán para ayudarnos a reforzar la seguridad fronteriza y asegurar el bienestar del pueblo norteamericano, el público viajero, el personal de CBP y las comunidades a las que servimos”, añadió Flores.
CBP no precisó cuánto tiempo permanecerán cerrados los carriles en el cruce internacional, aunque anticipa será “hasta algún tiempo después de que la gente de la caravana llegue a la frontera”.
Por ello, autoridades estadounidenses exhortaron a los viajeros a tomar en cuenta que los tiempos de espera para cruzar la frontera aumentarán durante este periodo.
Decenas de migrantes centroamericanos llegaron ya a la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con San Diego, aunque se desconoce cuándo se acercarán a la frontera a solicitar asilo político.
CBP adelantó que el cupo para procesar solicitudes es limitado, por lo que, con apoyo de autoridades mexicanas, tienen previsto programar el cruce en grupos reducidos, mientras que el resto deberá esperar su turno en albergues al sur de la frontera.
Los soldados de San Ysidro y Otay Mesa forman parte de los 5.600 que la Administración Trump envió a Texas, Arizona y California para colaborar con las autoridades migratorias cuando lleguen las caravanas integradas por miles de migrantes que, desde hace semanas, recorren México y cuyo objetivo es solicitar asilo en EE.UU.