LOS ÁNGELES, CA .- Los padres de Eric Rivera, un hispano de 20 años muerto en junio pasado tras un encuentro con agentes del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), presentaron una demanda contra la ciudad y las autoridades por el deceso del joven.
“Mi hijo era un niño bueno, yo me quedé aquí para luchar por él y para hacer justicia por él”, dijo Valerie Romero durante una conferencia de prensa.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado 6 de junio en el bulevar Willmington, en el área de Harbor, cuando dos agentes respondieron a una llamada que alertaba de la presencia de un hombre armado, según un reporte de LAPD.
De acuerdo a la agencia policial, los oficiales observaron desde la patrulla al joven que caminaba y le ordenaron detenerse, pero Rivera ignoró el mandato.
Arnoldo Casillas, abogado de la familia Rivera, aseguró que los agentes dispararon indiscriminadamente contra el latino cuando la patrulla aún estaba en marcha y atropellaron a la víctima.
El reporte del forense explica que el joven murió por los siete disparos que recibió en la cabeza, el pecho y las extremidades. El ingreso de los proyectiles revelan que Rivera habría estado de espaldas a los oficiales Arturo Urrutia y Daniel Ramírez.
Asimismo, el cuerpo sin vida del joven quedó bajo la patrulla que lo arrolló y el vehículo oficial tuvo que ser levantado con una grúa. La Policía advirtió que encontró una pistola de agua cerca del cuerpo del joven.
Casillas sostiene que uno de los testigos del incidente asegura que el joven nunca amenazó a los agentes y que la pistola que portaba era de color verde, “muy parecida al arma del personaje Buzz Lightyear”.
“Es imposible que no se hayan dado cuenta de que era de juguete”, insistió el abogado.
La querella legal asegura que los disparos de los agentes fueron injustificados y exigen que ambos sean llevados a juicio.
Tanto la familia como Casillas han denunciado además la falta de acción de la Fiscal del Condado de Los Ángeles, Jackie Lacey
“Lacey debería presentar un caso de homicidio en contra de estos agentes, pero la fiscal los favorece tanto que digan lo que digan ella prefiere no perseguirlos”, sostuvo el abogado.