SAN DIEGO, CA.- La líder demócrata en la Cámara Baja de EE.UU., Nancy Pelosi, llevó personalmente el mensaje de “estamos con ustedes” a un albergue para inmigrantes menores de edad, en su mayoría centroamericanos, que visitó hoy en San Diego (California) junto a una delegación de 14 congresistas.
Pelosi y los congresistas demócratas visitaron la frontera entre San Diego y México para exigir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que frene la política de “cero tolerancia” y su derivado de separación de familias que llegan en búsqueda de refugio.
“Es un problema desgarrador y barbárico que podría terminar en un momento si tan solo el presidente anula su acción”, señaló Pelosi en rueda de prensa horas más tarde de que visitara el centro de retención a menores Southwest Key, ubicado en la ciudad de El Cajón.
Pelosi narró que en su recorrido por uno de los albergues pudo convivir un rato con los niños que están separados de sus familiares y junto a la delegación que le acompañó ofrecerles un claro mensaje: “estamos con ustedes”.
“Estaban contentos, felices en ese momento de ver que había gente con ellos y que no habían sido olvidados”, narró la líder de la Minoría en la Cámara en referencia a las instalaciones en las que se encontraban niños y adolescentes de entre 6 y 17 años.
El grupo de congresistas, que incluía miembros del Caucus Hispano, negó que esta situación cumpla con políticas migratorias implementadas por anteriores Administraciones, tal y como lo afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el mismo presidente Donald Trump.
“Nosotros no separamos a niños de sus madres, nosotros nunca hicimos eso, eso es algo nuevo”, subrayó el congresista de San Diego, Juan Vargas.
“Esta es una política inhumana que recién se inició y es por ello que estamos tan molestos”, agregó Vargas.
Por el contrario, consideran que tal y como sucedió con los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el gobierno del presidente Donald Trump está utilizando a las familias como “moneda de cambio” para que se apruebe una medida que incluya la construcción de su prometido muro fronterizo.
Judy Chu, congresista de Los Ángeles, coincidió en que “(Donald) Trump empezó esto y Trump puede terminarlo”, y sostuvo que el presidente no debería aprovecharse de esta crisis para impulsar su agenda migratoria.
“Él fue elegido por el pueblo americano y por algunas de las más indignantes políticas migratorias, pero él no fue electo para cometer abuso infantil y esto lo es”, afirmó Nydia Velázquez, congresista de Nueva York.
La delegación resaltó que ésta y otras visitas organizadas por legisladores demócratas a lo largo de la frontera, responden a la urgencia de ver de primera mano cómo el mandato del presidente Trump está afectando a inmigrantes que huyen de la violencia que aqueja a sus países de origen.
El grupo se conformó por los congresistas Nanette Díaz Barragan, de Los Ángeles; Tony Cárdenas, de Panorama City; Lou Correa, de Santa Ana, y Jim Costa, de Fresno.
Además se sumaron a la comitiva los congresistas Jimmy Gómez, de Los Ángeles; Rubén Kihuen, de Las Vegas; Michelle Lujan Grisham, de Nuevo México; Lucille Roybal-Allard, de Los Ángeles, y Susan Davis, de San Diego.
Por otro lado, el secretario general de la ONU, António Guterres, defendió hoy que los niños “no deben ser traumatizados separándolos de sus padres”, en respuesta a la polémica por la separación de menores en la frontera de EE.UU.
“La unidad familiar debe ser preservada”, dijo Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
El mensaje se suma al llamamiento hecho esta jornada por el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, quien instó a Estados Unidos a “cesar inmediatamente” la separación forzosa de niños migrantes.
Las autoridades estadounidenses confirmaron la semana pasada que separaron de sus familias a cerca de 2.000 menores inmigrantes en la frontera con México en un plazo de seis semanas en el marco de la política de “tolerancia cero” en la frontera y contra la inmigración ilegal, impulsada por Trump.
Frente a las críticas, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, afirmó hoy que el Gobierno no pedirá “disculpas” por la separación de menores, insistiendo en que “las acciones ilegales tienen consecuencias”.
Un reporte difundido este mismo lunes por el periódico Washington Examiner estima que, para agosto,los albergues podrían estar guareciendo a unos 30.000 menores indocumentados.