DENVER, CO.- En su discurso anual sobre el Estado de la Ciudad, el alcalde de Denver, Michael Hancock, anunció hoy una nueva plataforma para la capital de Colorado enfocada en una “equidad económica” que le permita a los inmigrantes y desamparados beneficiarse con la época de bonanza que vive esta ciudad.
“Este es un momento transformacional de nuestra historia”, afirmó Hancock durante su discurso, que tuvo lugar en un nuevo centro recreativo del este de Denver.
Para llevar “a la gente y a los vecindarios de Denver hacia un camino de equidad y prosperidad por los próximos 100 años”, Hancock anunció la implementación de un nuevo Equipo de Equidad y Estabilización Vecinal, también identificada como NEST, sus siglas en inglés.
Básicamente, los empleados municipales de NEST recorrerán los barrios menos favorecidos y aquellas zonas más afectadas por el proceso de gentrificación para preguntarles a los residentes qué necesitan de parte de la municipalidad para mejorar su calidad de vida y, así, no abandonar sus vecindarios.
De esa manera, dijo Hancock, la municipalidad responderá a “cualquier amenaza de pérdida de cultura, identidad o comunidad por causa de las inversiones.”
El proyecto para una “equidad económica” costará unos 1.000 millones de dólares, provistos por bonos aprobados por los votantes locales en las elecciones de noviembre de 2017, a los que podrían sumarse cientos de millones más si en noviembre próximo los votantes aceptan una propuesta para pagar por mejoras en calles y carreteras.
Miembros de NEST estarán en las bibliotecas públicas, centros comunitarios y de salud pública en los barrios hispanos como Elyria-Swansea y Sun Valley, o afroamericanos como Five Points, para proveer servicios de asesoría financiera, ayuda social, acceso a viviendas y capacitación laboral.
Por medio de acuerdos con organizaciones comunitarias y con grandes corporaciones locales, los servicios se extenderán también a los pequeños negocios de esos vecindarios para ayudarlos a participar de “contratos de miles de millones de dólares de las próximas inversiones públicas en nuestra ciudad”, según se dio a conocer.
Mandy Núñez, portavoz del Foro Latino de Colorado, resaltó la necesidad de medidas como las anunciadas por Hancock. “Denver no se vende” y “gentrificación equivale al desplazamiento de latinos”, sostuvo Núñez en declaraciones enviadas a Efe.
En el barrio Elyria-Swansea, debido a grandes proyectos de construcción vial que obligan a la demolición de decenas de viviendas ahora ocupadas por latinos, podría suceder lo que en otros barrios similares, donde por décadas los latinos fueron la mayoría y en sólo cinco años pasaron a ser la minoría.
Esas medidas, opinó Núñez, deben ir acompañadas de otras como protección de inmigrantes y reducción de la segregación en las escuelas públicas locales, donde los latinos son la mayoría.
Por su parte, la organización Denver Homeless Out Loud (DHOL), que ayuda a gente sin techo, criticó a Hancock por “respaldar acciones para empujar a los desamparados a rincones y lugares ocultos donde no se los vea, pavimentando así el camino para la gentrificación”.
DHOL consideró esas acciones como “inmorales, injustas e inconstitucionales”.
Hancock prometió aumentar el número de Equipos de Alcance a Desamparados (policías y trabajadores sociales de conjunto), así como facilitar el acceso a viviendas y a tratamientos médicos para desamparados.
Dijo que Denver protegerá a los inmigrantes y a los refugiados y defenderá los derechos de las minorías y de la comunidad LGBTQ en el marco de la Iniciativa de Justicia Racial y Social.
“Si algún candidato para las elecciones de noviembre próximo cree que aquí en Colorado deberíamos seguir el ejemplo de la Casa Blanca, con toda franqueza, esos candidatos no merecen ser electos en nuestro estado”, expresó el alcalde.
Según el Buró del Censo, Denver cuenta actualmente con 704.000 habitantes, 100.000 más que en 2010 y 150.000 más que a principios de siglo.
En la actualidad, la mayoría de los recién llegados son los denominados “milenials”.
Además de los cambios demográficos, Denver logró recuperarse de la recesión económica de 2008 y desde entonces se crearon 90.000 nuevos trabajos, se abrieron 6.600 nuevos negocios, se construyeron o gestionaron 5.000 nuevas viviendas de bajo costo.
El desempleo bajó al 2,4 %, según datos oficiales.
La llegada de nuevos residentes, inversiones públicas y privadas y de cambios generacionales y culturales, han hecho que los barrios más tradicionales de la ciudad perdiesen “su historia, identidad y sentido de comunidad” o que les fuese difícil mantenerlos, aseveró Hancock, quien está en el último año de su segundo mandato y dejó entrever que buscará un tercer período.