TUCSON, AZ.- Como “un verdadero infierno” y una “jaula en medio del desierto” definen los inmigrantes indocumentados y las organizaciones que velan por ellos el Centro de Detenciones de Eloy, en Arizona, donde desde 2003 han muerto 16 internos, cinco de ellos por su propia mano.
Organizaciones defensoras de los inmigrantes consideran que esta cárcel de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) operada por la empresa privada CoreCivic un claro ejemplo de los a su juicio deficientes servicios médicos que brindan los centros de detención en el país.
“Tenemos una colusión entre el Gobierno federal y compañías privadas que operan cárceles para ocultar información sobre las malas condiciones en las que viven los migrantes (…) y la falta de un cuidado médico adecuado”, subrayó a Efe Danny Cendejas, representante del grupo Detention Watch Network.
Según Cendejas, “estamos viendo a más gente detenida, por lo que podríamos ver más muertes como las que hemos tenido en Eloy”.
El 12 de junio el inmigrante vietnamita de 47 años Huy Chi Tran, que estaba internado en Eloy desde el 28 de mayo a la espera de deportación, falleció en el hospital al que había sido llevado siete días antes después haber perdido la consciencia en Eloy.
Su muerte aún esta bajo investigación.
De acuerdo con la información publicada por ICE el 16 de junio, con Tran son siete los detenidos a cargo de esa agencia que fallecen desde el 1 de octubre de 2017, cuando se inició el año fiscal 2018.
En el año 2015 el inmigrante mexicano José de Jesús Deniz-Sahagun falleció en el propio centro. Su muerte fue clasificada como suicidio.
“Eloy es un infierno. Para mí fue una experiencia devastadora. Te maltratan, te insultan, a veces te dan comida echada a perder y a nadie parece importarle”, dijo a Efe el mexicano Juan Miguel Cornejo, que fue detenido en 2015 y pasó cerca de un año en ese establecimiento.
El Centro de Detenciones de Eloy, que inició sus operaciones en 1994, está en medio del desierto de Arizona, entre la ciudad de Tucson y la de Phoenix, y tiene una capacidad para más de 1.596 internos.
“Aún sigo sufriendo el efecto psicológico. Vives con miedo de que alguien te pueda golpear, que de pronto lleguen y te puedan deportar, el no saber de tu familia es muy duro”, relató Cornejo.
El inmigrante describe el sitio como “oscuro, deprimente, donde el tiempo pasa muy lento”.
Clara Long, investigadora de Human Rights Watch (HRW), dijo a Efe que ICE ha demostrado una y otra vez no estar dispuesta a proporcionar el adecuado servicio médico a los detenidos, quienes pueden pasar semanas, meses o incluso años en cautiverio.
“Eloy es una jaula en medio del desierto. (…) Es un negocio para las compañías privadas y un lugar donde las personas pierden las esperanzas y la confianza en el sistema”, comenta María Castro, representante del grupo Puente, con sede en Phoenix.
Esta agrupación ha denunciado durante años los abusos dentro del centro, que en el año 2016 fue visitado por el cantante colombiano Juanes y por su homólogo estadounidense John Legend.
De acuerdo con un reciente informe, desde marzo de 2010, 74 inmigrantes han muerto en centros de detención, pero ICE solo ha dado información completa o parcial de 52 de estos casos.
Los deficientes cuidados médicos han contribuido con al menos ocho de 15 muertes de inmigrantes entre diciembre del 2015 y abril del 2017 en centros de detención en el país, según el reporte dado a conocer por Human Rights Watch, Detention Watch Network, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y el Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes.
En unas declaraciones enviadas a Efe, ICE asegura estar comprometida en garantizar un acceso oportuno a los servicios médicos y tratamiento de los detenidos.
“Se brinda atención medica integral desde el momento en que llegan los detenidos y durante toda su estadía. Todos los detenidos reciben exámenes médicos, dentales y de salud mental dentro de las 12 horas de llegada a cada instalación, una evaluación de salud completa dentro de los 14 días de ingresar en custodia de ICE, y cuidado de emergencia las 24 horas del día”, sostuvo la agencia federal.
Defensores de los inmigrantes temen que las condiciones de los inmigrantes detenidos empeoren dadas las intenciones de abrir más centros de detención a través del país manifestadas por la Administración de Donald Trump.
El gobierno ha solicitado al Congreso 2.800 millones de dólares para el año fiscal 2019, para encarcelar un promedio al día de 52.000 inmigrantes en centros de detención, lo que representa un aumento de un 30 % frente al año fiscal 2017, cuando se reportó el arresto promedio de 40.500 personas por día.