Washington, DC.- Grupos de protección de los derechos de los inmigrantes y varias legisladoras demócratas instaron este jueves 7 al Congreso de EE.UU. a no aprobar fondos adicionales para el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), la agencia gubernamental encargada de las deportaciones del país.
“Me comprometo a no aprobar ni un solo dólar para ICE. Una agencia como esta, que repetidamente viola los derechos humanos, no merece ni un centavo”, apuntó la representante Alexandria Ocasio-Cortez en una rueda de prensa en los aledaños al Capitolio.
La demócrata por el distrito 14 de Nueva York aseguró que al presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirma que apoya que los migrantes lleguen legalmente al país, no le gusta ningún tipo de inmigración a EE.UU.
“Es mentira que a Trump le guste la inmigración legal. Desde su llegada, ha estado recortando y eliminando programas de inmigración legal, como la lotería de visados, la reagrupación familiar, el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) y DACA (programa de Acción Diferida)”, añadió Ocasio-Cortez.
La representante del Bronx y Queens estuvo acompañada por otras congresistas nuevas, como Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley.
Omar, que representa el quinto distrito de Minesota, argumentó que el nuevo Congreso “ve más allá de las políticas y respeta a las personas”.
La legisladora argumentó que las familias que llegan a la frontera de EE.UU. lo hacen en busca de un futuro “más seguro” para su familia.
“Incluso en la frontera y en el proceso para llegar aquí, estas familias viven situaciones más seguras que en sus propios países. Entiendo su miedo, dolor y complicaciones”, indicó la primera legisladora de origen somalí en el Congreso.
Las grupos United We Dream, CASA Maryland, Indivisible, Move On y el Centro para la Democracia Popular organizaron este acto bajo el lema “Retirar fondos de la fuerza de deportación”.
Los líderes de estas asociaciones entregaron más de 200.000 firmas con esta petición a los representantes del Congreso.
Las críticas contra el ICE han aumentado en el último año después de que el Gobierno de Trump iniciara en abril su polémica estrategia de “tolerancia cero” contra la inmigración en la frontera con México, mediante la cual las autoridades estadounidenses separaron de sus padres a más de 3.000 menores de edad, incluyendo bebés.