WASHINGTON.- Los republicanos y los demócratas del Congreso se dividieron hoy ante la encrucijada en la que les ha metido el presidente, Donald Trump, para aclarar en un plazo de seis meses la situación de 800.000 jóvenes indocumentados, un tema que el Legislativo no ha podido resolver en 16 años.
En una rueda de prensa en el Congreso, los demócratas unieron filas en defensa de los miles de jóvenes indocumentados que pudieron frenar su deportación y obtener un permiso de trabajo gracias al plan de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), proclamado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama.
Trump anunció este martes el fin de DACA, pero dio seis meses al Congreso, hasta el 5 de marzo de 2018, para aclarar la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños y que son conocidos popularmente como “soñadores” (dreamers).
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, urgió hoy a los republicanos a aprobar este mismo mes de septiembre una ley para regularizar la situación de los “soñadores”.
“La decisión del presidente de acabar con DACA ha sido despiadada y descerebrada”, consideró Schumer, rodeado de decenas de legisladores, en una rueda de prensa en el Capitolio.
Schumer pidió a los republicanos que aprueben cuanto antes un proyecto conocido como “Dream Act” (Ley del Sueño), una iniciativa que fue presentada por primera vez en el Senado en 2001 y que permitiría a los “soñadores” obtener la residencia permanente y, posteriormente, la ciudadanía estadounidense.
Mientras que los demócratas hacían gala de unidad, el Partido Republicano se encuentra dividido entre una minoría de legisladores moderados, favorables a una solución similar al “Dream Act”, y una mayoría más conservadora y opuesta a regularizar la situación de cualquier inmigrantes indocumentado.
Ese movimiento mayoritario, liderado por el propio Trump, quiere incluir en la ley que debe ser aprobada en seis meses fondos para aumentar los agentes de la patrulla fronteriza y para financiar la construcción del muro entre México y EEUU, una idea a la que se oponen frontalmente los demócratas.
El republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara Baja, se posicionó hoy en una rueda de prensa a favor de esa idea y urgió a los legisladores a aprobar una ley que permita reforzar la seguridad fronteriza y, al mismo tiempo, resolver el “dilema” de los “soñadores”.
“El mayor problema es que no tenemos control de nuestras fronteras. Y por eso es totalmente razonable que abordemos la raíz del problema, que es que las fronteras no están suficientemente controladas”, consideró Ryan, el republicano de más rango en el Congreso.
Las irreconciliables posiciones de demócratas y republicanos mostraron lo difícil que es, en un plazo de seis meses, encontrar una solución a la situación de los “soñadores”.
El Congreso se planteó su situación por primera vez en 2001 con el “Dream Act” y, en 2013, estuvo cerca de regularizar su situación mediante una reforma migratoria, que finalmente no fue aprobada.
Preguntado sobre la dificultad de la tarea, Trump expresó hoy confianza en que el Congreso encuentre una solución.
“El Congreso, realmente creo que quiere ocuparse de esta situación. Realmente lo pienso, incluso los miembros más conservadores del Congreso. Lo he visto de primera mano. Si no lo hacen, entonces tendremos que ver qué vamos a hacer”, dijo hoy el presidente a los periodistas que le acompañan a Dakota del Norte, donde promoverá su reforma fiscal.
Trump ha sido acusado de enviar señales confusas sobre sus planes, pues el martes horas después del anuncio del fin de DACA, el mandatario apuntó en un mensaje en Twitter que “revisará” el programa de los “soñadores” si el Congreso no actúa en el plazo dado de seis meses.
La Casa Blanca no ha explicado qué opciones está considerando el mandatario si el Congreso fracasa.
Tampoco ha aclarado si Trump permitirá la entrada en vigor de cualquier ley que apruebe el Congreso o, si por el contrario, pondrá condiciones, como la asignación de fondos para el muro con México.
El mandatario ya ha expresado su apoyo por un proyecto legislativo impulsado por dos senadores republicanos, Tom Cotton y David Perdue, y que propone reducir a la mitad el número de inmigrantes que consiguen la residencia permanente, permiso conocido como “green card” (tarjeta verde).