Un inmigrante mexicano con un extenso récord criminal y deportado seis veces, fue condenado en una corte del condado de Orange, California, a 35 años de cárcel por el asesinato de una joven de 19 años en 1992.
Leonardo Pimentel Sánchez, de 60 años de edad, fue encontrado culpable en marzo de 2017 por la muerte de Cari Ann Parnes, cuyo cuerpo fue hallado en marzo de 1992 en medio de un cultivo de naranjas en la ciudad de Irvine.
Adam Vining, abogado defensor de Pimentel aseguró que el récord delictivo de su cliente, que empezó desde 1978 cuando fue acusado de robo, afectó su caso.
Sus problemas con la ley crecieron seis años después cuando fue condenado a pasar 8 años en una prisión estatal de California por violación sexual y tras cumplir la condena fue expulsado del país en 1992. Ese mismo año, el mexicano regresó al país y asesinó a Parnes, una joven blanca que aspiraba a ser modelo y tenía problemas de drogadicción.
Rosemary Hudson, madre de la víctima, pidió al juez Gregg L. Prickett que “encerrara tras las rejas al hispano por el resto de su vida”, pero éste lo condenó a 35 años de cárcel.
Pimentel fue vinculado con la muerte de la joven en 1997, cuando una muestra de su ADN mostró compatibilidad con los rastros hallados en el cuerpo de la víctima.
Sin embargo, las autoridades no pudieron dar con el paradero del inmigrante hasta 2014 cuando fue detenido en Tijuana, México, y extraditado hacia Estados Unidos.
El caso del mexicano, que fue deportado 6 veces del país, tomó notoriedad por el historial criminal que tenía y también por la forma con la que pudo eludir a las autoridades usando 27 nombres, 13 fechas de nacimiento y 5 licencias de conducir.
El mexicano tendrá que pasar ahora tras las rejas 35 años, después de los cuales podrá solicitar libertad condicional pero enfrentaría nuevamente una deportación.
En California hay otros tres inmigrantes, que fueron deportados varias veces del país, que están esperando juicio por cargos de asesinato.
Entre ellos está Juan Francisco López Sánchez quien habría asesinado a una joven en un muelle de San Francisco y Luis Enrique Monroy- Bracamontes por el homicidio de dos agentes del norte de California.
La Administración del presidente Trump y los republicanos usaron estas tragedias para promover las órdenes ejecutivas contra la inmigración indocumentada y montar una oficina que atiende a los ciudadanos víctimas de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados.