Nogales, AZ.- Autoridades de la ciudad de Nogales, en Arizona (EE.UU.), exigieron el 6 de febrero al Gobierno federal que se retire una alambrada de púas colocada por el Ejército en la valla fronteriza con México con el fin de incrementar la seguridad.
La petición consta en una resolución votada por el Concejo local, bajo el argumento de que es un “peligro” para sus residentes y porque afecta el comercio.
“No en Nogales”, dijo este miércoles Arturo Garino, alcalde de esta ciudad en el extremo sur de Arizona, durante el debate de la resolución.
“Aquí tenemos a niños que juegan con sus pelotas, con sus mascotas y que pueden estar en peligro si se acercan al muro que ahora tiene el alambre de púas”, advirtió el alcalde, quien no descartó una demanda judicial.
La resolución se aprueba luego de que soldados del Ejército colocaran líneas adicionales de alambre de púas en la valla de acero que divide la frontera y que cubre parte del centro de la ciudad, la cual tiene una población de poco más de 20.000 habitantes.
En noviembre, el Ejército había colocado dos líneas de alambre de púas horizontales en la parte más alta del muro, pero días atrás se agregaron cuatro líneas que cubren desde la punta hasta el piso.
El pasado fin de semana, el Pentágono anunció el envío de 3.750 soldados adicionales a la frontera con México para colocar otros 241 kilómetros de alambre de púas y proporcionar apoyo a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El alcalde indicó que en una reunión con la Patrulla Fronteriza se le aseguró que la alambrada podría quedarse por tiempo indefinido, ya que evita que inmigrantes criminales “brinquen el muro”.
La resolución aprobada en Nogales pide que ningún uso de fuerza o táctica militar diseñada para causar daño indiscriminado sea permitido dentro de la demarcación de la ciudad, a menos que exista una Declaración de Guerra por parte del Congreso o una Declaración de Emergencia Nacional.
En su segundo discurso sobre el Estado de la Unión el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que hará construir el muro en la frontera con México e indicó que su Administración ha enviado al Congreso una propuesta “de sentido común” para poner fin a la “crisis” en esa zona.
EE.UU. comenzó a aplicar oficialmente una política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal en abril del año pasado, cuando las autoridades comenzaron a procesar criminalmente a los adultos que llegaban irregularmente al país, lo que originó la separación de cerca de 3.000 menores de sus padres indocumentados.
Además, en diciembre pasado, EE.UU. anunció que devolvería a México a todos los migrantes que accedieran irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, a la espera de que se resuelvan sus casos.