Piedras Negras, México.- La fronteriza ciudad mexicana de Piedras Negras comenzó a cerrar este domingo el albergue de migrantes, tras reubicar a más de la mitad de los que llegaron a principios de febrero con el objetivo de cruzar a Estados Unidos.
El alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres Garza, informó que de los 1.672 migrantes que arribaron desde el 4 de febrero, ya solo están 787 por lo que se ha cerrado una de las dos bodegas habilitadas como albergue.
Los migrantes, centroamericanos en su mayoría, fueron enviados durante los últimos días en autobuses a otras ciudades mexicanas como Reynosa, Hermosillo, Juárez, Monterrey, Acuña y Matamoros donde tendrán mayor acceso a ofertas de empleo, indicó.
Al menos 70 más fueron deportados y un centenar ya emprendió el regreso voluntario a sus países, explicó el alcalde sobre la campaña de reubicación de los migrantes que entraron a esta ciudad mexicana del norteño estado de Coahuila.
Esta reubicación se reflejó en el retiro en Eagle Pass (Texas) de al menos 250 miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos, abundó.
El Instituto de Migración en México informó que hasta el viernes 15 había aprobado la tarjeta de visitante por razones humanitarias a 777 centroamericanos y caribeños y que 607 solicitantes fueron rechazados por lo que deberán salir del país en los próximos 30 días.
El alcalde Bres Garza detalló que el contingente que quedó en el albergue, se divide en quienes están a la espera de su resolución, y quienes ya obtuvieron la negativa y sopesan las opciones de regreso a su patria.
Las autoridades de los tres niveles del gobierno mexicano, municipio, estado y federal, comunicaron que el cierre total de este albergue migratorio será el próximo jueves 21 de febrero, cuando ya el total de los migrantes hayan agotado sus procesos legales.
El comisario de la Policía Federal Mexicana, Arturo Jiménez, informó que una caravana de 567 integrantes llegará en las próximas 48 horas a Saltillo, Coahuila, aunque se desconoce su destino final.
La organización Médicos Sin Fronteras criticó la actuación que tuvieron las autoridades mexicanas para con los integrantes del éxodo centroamericano al señalar que en Piedras Negras se les mantuvo confinados contra su voluntad en unas bodegas usadas como albergues.
Más de 1.600 personas “fueron retenidas contra su voluntad en una fábrica abandonada, rodeadas de policías y soldados mexicanos, confinadas como si fueran delincuentes”, expresó Sergio Martín, coordinador de la MSF.
El integrante de la ONG, señaló que muchos de los migrantes fueron llevados a ciudades que son inseguras y en donde han sido vulnerables al crimen y la violencia como lo son Reynosa y Matamoros.