SAN DIEGO, CA.- La Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) dio apoyo al comportamiento de sus agentes de Otay Mesa, en San Diego, California, frente a un grupo de manifestantes que impidió que dicho cuerpo armado arrestara a una activista pro inmigración grabando las imágenes de la escena.
El domingo en la mañana, la mujer se percató de que era perseguida por una camioneta, que luego supo era un vehículo de dicha agencia federal.
Cuando oficiales se aproximaron a su vehículo en el estacionamiento de un restaurante, fueron confrontados por un grupo de personas que consideraron se trataba de una detención basada en un perfil racial.
Los testigos, que recién habían participado en una protesta en contra del endurecimiento de políticas migratorias, grabaron el incidente y exigieron que dejaran ir a la mujer, al tiempo en que más patrullas llegaban al sitio.
En un momento, la mujer intentó bajar de su vehículo y ante la reacción de oficiales que se acercaron a pedirle que regresara a su asiento, activistas salieron en su defensa.
Uno de los oficiales pidió que “se retiraran de la escena del crimen”, lo que molestó a manifestantes al no comprender la razón de la detención, según se observa en las imágenes.
“Déjenla en paz, no la toquen”, se escucha en uno de dos vídeos, que hasta hoy superaba las 2 millones de reproducciones en redes sociales.
La Patrulla Fronteriza señaló que los oficiales siguieron a la mujer, ya que habían detectado movimientos sospechosos del vehículo en que viajaba.
Según explicó la agencia federal en una declaración enviada a Efe, un oficial que transitaba sobre la calle Otay Mesa Road observó que la mujer se orilló en la carretera “sin razón aparente”, lo que lo hizo dudar, dado que ocurrió a menos de dos millas de la frontera internacional, en una zona donde de manera frecuentemente se registran incidentes de contrabando.
El agente verificó la placa del automóvil y se percató de que su registro estaba vencido, lo que hizo que se “incrementara el nivel de sospecha”.
Por ello fue que la siguieron hasta el sitio, en donde posteriormente serían increpados por testigos.
Una vez que los agentes determinaron que no se trataba de un caso de tráfico de personas, se marcharon del lugar sin que el hecho pasara a mayores.
El jefe de sector de CBP, Rodney Scott señaló que fueron las “irresponsables acciones” de los manifestantes lo que generó que “una situación muy calmada” se tornara “volátil”.
Scott aseguró que sus oficiales se “comportaron de manera profesional”.
“Cualquiera puede sentirse libre de grabar las acciones de la policía desde una distancia y reportar cualquier cosa que consideren es inapropiada. Sin embargo, el intervenir físicamente puede derivar en un arresto”, apuntó.
Benjamín Prado, uno de los activistas que se encontraba en el lugar, explicó a Efe que actuaron de manera colectiva en defensa de la mujer, al ver que era cuestionada sin que se le diera una explicación.
“Empezamos a preguntar por qué la estaban deteniendo, porque si no, nosotros lo consideramos una detención arbitraria”, agregó.
Para el activista, marcó diferencia tanto que la docena de testigos hubieran vigilado el incidente con su teléfono celular, como el hecho de que los ahí presentes conocían sus derechos.