DENVER, CO.- Una caravana formada por representantes de grupos pro inmigrantes y congregaciones religiosas llegó hoy a Mancos, en el sur de Colorado, para expresar su respaldo a una pequeña iglesia local que sirve de santuario a una inmigrante mexicana y para celebrar la expansión de este movimiento.
“Es muy especial para mí que la caravana haya llegado a Mancos”, dijo en declaraciones preparadas Rosa Sabido, alojada desde hace tres meses en la Iglesia Metodista Unida de esa ciudad.
“Mi esperanza es que generemos conciencia y conocimiento sobre los problemas de inmigración y los problemas que enfrentamos en el oeste del país. Y que más iglesias, mezquitas y templos se interesen en ser santuario para los inmigrantes de nuestra área”, agregó.
Además de Sabido, otros tres inmigrantes indocumentados están en santuario en Colorado: Elmer Peña, en Colorado Springs; Araceli Velásquez, en Denver, e Ingrid Encalada Latorre, quien estuvo anteriormente en santuario en Denver y hace tres días buscó refugio en Fort Collins.
Jennifer Piper, del Comité de Servicios de Amigos Americanos y coordinadora de la Coalición Santuario en Metro Denver, sostuvo que la denominada Caravana de Santuarios es una respuesta a “lo que está sucediendo en Washington DC” y a las consecuencias que las recientes decisiones federales tienen “en las familias y las comunidades”.
Según Piper, Sabido y los otros inmigrantes indocumentados que están refugiados en templos proveen “testimonios proféticos” que ilustran “el impacto dañino de nuestro sistema inmigratorio”.
El encuentro en Mancos también servirá para que los dirigentes comunitarios y religiosos allí reunidos exploren nuevas estrategias de cooperación, incluyendo un acercamiento con los congresistas de Colorado para instarlos a impulsar una reforma migratoria.
Además, habrá talleres comunitarios y servicios interreligiosos con la meta de promover el Movimiento Santuario.
“Como iglesia, nos enfocamos en construir una comunidad basada en relaciones. Nos alejamos de dogmas y nos acercamos a una forma de vida enraizada en ser todos partes de la misma humanidad, en amar al prójimo y en pertenecer a una comunidad”, dijo a Efe Craig Paschal, pastor de la Iglesia Metodista Unida en Mancos.
“Mancos es una pequeña ciudad con una amplia gama de personas: rancheros, artistas, profesionales y empleados. En nuestra pequeña ciudad, valoramos las relaciones y los vecinos. Nadie es un extraño. Todos llegamos a conocernos bien. Y Rosa es nuestra vecina. Nuestra solidaridad con ella es nuestra solidaridad con toda la humanidad”, puntualizó.
Según el religioso, la caravana demuestra que “el sueño de un mundo mejor es posible” si se acepta “un mensaje de amor, compasión e inclusión”.