CHICAGO, IL.- Cientos de personalidades de la vida política, económica y social presionan al presidente Donald Trump para que cumpla su palabra y trate “con corazón” a los cerca de 800.000 jóvenes indocumentados amparados bajo la Acción Diferida (DACA), programa que el mandatario estudia estos días si cancela.
“El presidente debe enfrentar vigorosamente a quienes quieren destruir a los ‘soñadores’ y no cometer una afronta inmoral”, como sería el fin de la orden ejecutiva creada en 2012 por su antecesor, Barack Obama, declaró hoy el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee.
Al divulgar la declaración “Estamos con los soñadores”, con 1.850 firmas donde hay 8 gobernadores, 130 alcaldes, 5 fiscales generales de estado, legisladores estatales, religiosos y líderes cívicos de todo el país, Inslee dijo que estaría dispuesto a integrar una demanda colectiva para desafiar a Trump en la corte.
De esta forma, el presidente se encuentra entre la espada y la pared pues también pende sobre él la amenaza de diez fiscales generales republicanos y el gobernador de Idaho, Butch Otter, de demandarlo si no elimina DACA antes del 5 de septiembre.
Con esa fecha cada vez más cerca, aumentaron los rumores de que Trump podría cerrar el programa que Obama creó hace cinco años para dar permiso de residencia temporal y de trabajo a cientos de miles de indocumentados que llegaron al país cuando eran niños, y el propio Gobierno reconoció que estaban analizando el futuro de DACA.
“El Tío Sam (Gobierno) les prometió a los soñadores que si cumplían con las reglas iban a poder permanecer en el país, y ahora amenaza con matar sus sueños”, lamentó Islee durante una teleconferencia.
El programa podría ser puesto en suspenso por un juez federal o ser cancelado por el presidente, lo que sería “una crueldad sin sentido”, señala la declaración, que llama a evitar que los aproximadamente 800.000 beneficiarios de DACA sean expuestos al riesgo de deportación y separación de sus familias.
Los firmantes urgen al Presidente a que mantenga el programa y que trabaje con republicanos y demócratas en el Congreso para aprobar una ley que reemplace “el miedo y la incertidumbre” actuales por una protección permanente para estos jóvenes.
Un buen número de republicanos pidieron también a Trump que mantenga este amparo migratorio.
“Defienda DACA señor Trump. Con liderazgo presidencial, esto se puede resolver”, escribió hoy en Twitter el exgobernador de Florida y aspirante republicano a la Casa Blanca, Jeb Bush.
Durante la campaña electoral, Trump prometió acabar con ese plan, aunque posteriormente reconoció que ese “es uno de los temas más difíciles” con los que se enfrenta en su Presidencia y aseguró que lo encarará “con corazón”, sin dar más detalles.
Trump podría acabar con DACA en cualquier momento con una orden ejecutiva, el mismo mecanismo que Obama usó para promulgar el plan en 2012 y que tiene carácter temporal, pues el Congreso es el único que tiene capacidad para aprobar una ley y cambiar el sistema migratorio.
En opinión del arzobispo de Miami, Thomas Wenski, que también participó en la misma teleconferencia, la aprobación del Dream Act, proyecto de ley que fue rechazado en varias ocasiones en el pasado y que fue presentado recientemente de nuevo en el Senado, es ahora “más crítica e importante que nunca”.
Recordó que durante los años en que estuvo al frente de varias parroquias del sur de la Florida vio de primera mano el drama de los jóvenes que no podían estudiar o avanzar en la vida por la falta de un estatus legal.
“Necesitamos una solución permanente, porque DACA será siempre rehén de las agendas políticas de los gobiernos”, declaró.
También líderes cristianos, judíos y musulmanes emitieron un comunicado conjunto en apoyo de DACA porque ven “ansiedad y miedo al futuro” en las vidas de los jóvenes.
Sostienen que su rescisión “tendría un impacto generalizado y devastador” en la sociedad en su conjunto, por lo que Trump debería mantener el programa hasta que haya una solución permanente.
También se divulgaron pedidos del mundo académico, con apoyo a DACA de parte de universidades prestigiosas como Georgetown o Harvard, cuya presidenta Drew G. Faust exhortó en una carta abierta a Trump a que evite el regreso a las sombras de nuestra sociedad” de los jóvenes.
El Concejo Americano de Educación, por su parte, divulgó una carta donde le recuerda que ya en marzo de este año más de 560 presidentes de colegios y universidades pidieron la continuación del programa.