TUCSON (AZ).- El peligro no es algo inusual en el trabajo de la Patrulla Fronteriza, pero en los últimos nueve meses ha habido un incremento del 84 % en los ataques en contra de agentes fronterizos a lo largo de la frontera con México, a pesar de que se ha reducido el número de cruce por parte de indocumentados.

De acuerdo a cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), desde el pasado 1 de octubre hasta el 30 de junio se han registrado 583 ataques, una cifra mucho mayor que los 317 reportados durante el mismo periodo del año pasado y muy cercana a los 585 reportados durante todo el año fiscal 2016.

“Este incremento podría ser en respuesta a una mayor seguridad en la frontera, en la presencia de más agentes fronterizos”, dijo hoy a Efe Ira Mehlman, vocero de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR), que aboga por el control de la inmigración indocumentada.

En su opinión, esta mayor presión en la frontera “frustra” a las organizaciones criminales al no poder “cruzar tan fácilmente los cargamentos de droga o los grupos de inmigrantes indocumentados”.

Indicó que este significativo incremento refuerza la necesidad de una mayor seguridad en la frontera, lo que incluye el construir el muro fronterizo con México que propugna el presidente Donald Trump.

Irónicamente, este incremento en el numero de ataques en contra de agentes fronterizos se da al mismo tiempo que la inmigración indocumentada se encuentra en sus niveles más bajos de los últimos años.

De acuerdo al Gobierno Federal el pasado mes de junio se arrestaron un total de 21.659 inmigrantes indocumentados, lo que representó un descenso del 53 % en relación a cifras del mismo mes de 2016.

Y es que si hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero pasado un gran número de indocumentados se entregaba a las autoridades migratorias tras cruzar la frontera en busca de beneficios migratorios, ahora intentan huir de los uniformados, según activistas pro derechos de los inmigrantes.

“Los ataques es algo que los agentes fronterizos siempre enfrentan, este trabajo tiene un poco de peligro asociado con el mismo, pero esta vez estamos viendo que los ataques han aumentado en los últimos meses”, dijo a Efe Daniel Hernández, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector Tucson (Arizona).

Indicó que en este sector, que cubre el 90 % de la frontera de Arizona, la amplia zona desértica se presta para que los agentes puedan ser blanco de agresiones.

“Son miles de millas cuadradas, un amplio terreno, los oficiales trabajan en áreas retiradas de las ciudades. Algunas veces atrapan grupos grandes de inmigrantes indocumentados o quizás traficantes de drogas que no quieren perder su cargamento y por eso se pueden poner violentos”, explicó el oficial.

Las agresiones más comunes en contra de los agentes fronterizos proceden de personas que, al momento de ser arrestadas, oponen resistencia física y les golpean.

“Cualquier persona se puede poner agresiva, por lo que los agentes desde muy temprano en su entrenamiento aprenden a distinguir ciertas características que alguien con movimientos de su cuerpo puede dar señales de peligro, pero es difícil determinarlo por lo que los agentes siempre deben de estar alertas”, enfatizó Hernández.

Las agresiones pueden ir desde leves golpes a serias lesiones o incluso la muerte, como en 2010, cuando el agente fronterizo Brian Terry falleció durante un enfrentamiento a tiros contra un grupo de “bajadores”, grupos criminales que se dedican a asaltar a los indocumentados y traficantes de drogas que cruzan el desierto.

Solamente durante el pasado mes de junio, la Patrulla Fronteriza reporto 25 ataques en contra de agentes fronterizos a lo largo de la frontera.

Para evitar esta situación, Melhlman apuesta por enviar un “duro mensaje” a los narcotraficantes y traficantes de humanos de que simplemente no “podrán cruzar” su carga.

Así, en su opinión, se desalentará la inmigración indocumentada, lo que permitirá a la Patrulla Fronteriza enfocar sus recursos en detener a miembros de carteles y posibles terroristas que intenten cruzar la frontera.

El vocero de FAIR considera también que se debe de enviar un fuerte mensaje de que los ataques en contra de los agentes fronterizos no serán tolerados y se deben de establecer duras sanciones de cárcel en contra de aquellos que las cometan.