Los Ángeles, CA- El hecho de que en una comunidad estadounidense exista una mayoría hispana no significa que la población se opondrá a que la policía colabore con la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), aseguró a Efe un investigador de la Universidad de California Santa Cruz (UCSC).
Juan Pedroza, autor del nuevo estudio “Discreción de Deportación: Influencia escalonada, minoría amenazada y deportaciones seguras”, argumentó que “estas áreas son más conservadoras, y esto influye en que los derechos para defender a los inmigrantes, especialmente a los que están en la cárcel, no son una prioridad”.
El investigador analizó los datos a nivel nacional del programa federal Comunidades Seguras, que entre 2008 y 2013 impulsó la colaboración de las autoridades locales y el ICE sobre indocumentados detenidos en las cárceles.
El análisis difundido el 29 de enero por los medios encontró que en áreas donde menos del 20% de la población son hispanos las autoridades locales probablemente colaboraría con ICE.
La probabilidad disminuye cuando la población está entre el 20 y 40%, pues en estas áreas son más proclives a defender a los inmigrantes.
No obstante, en las ciudades y condados con mayoría hispana la defensa de los indocumentados detenidos no aumenta; incluso no se muestra igual que la categoría del 20 y 40% de población latina.
El apoyo a la colaboración entre ICE y los alguaciles se mantiene cuando se analizan los datos solo de hispanos con capacidad de votar o nacidos en Estados Unidos.
Un ejemplo de esta tendencia es el Valle Central de California, como los condados de Kern y Fresno, donde más de la mitad de los residentes son hispanos.
Estas áreas tienen alguaciles que han apoyado la colaboración con ICE y han mantenido una tendencia conservadora por décadas.
La misma tendencia se presentaría en condados de Texas de mayoría hispana y conservadora, asegura el autor del estudio publicado en la revista académica Policy Studies Journal.
Pedroza cree que otros estudios explicarían esta tendencia. “Se ha demostrado que los latinos diferencian entre los indocumentados de bien y los malos; los que están en la cárcel estarían en el último grupo y no merecerían ser defendidos”, advirtió.
“Los indocumentados que están arrestados no crean mucha simpatía, eso afecta la forma como se les ve, así estén en la cárcel por una infracción menor”, resaltó Pedroza.
El también profesor asociado de Sociología en UCSC cree que el activismo a favor de los indocumentados detenidos y la educación a los votantes sobre quiénes pueden resultar afectados por estos programas de colaboración, podrían ayudar a cambiar el punto de vista de estos condados.