DENVER, CO.- Michael Hancock, el alcalde de Denver, Colorado, respondió con inusual dureza a una carta enviada ayer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos a Denver y a otras 22 ciudades, en la que se exige demostrar que esas jurisdicciones no son “ciudades santuario”.
“Esas amenazas son flagrantes intentos de distraer al pueblo estadounidense de las verdaderas noticias; es decir, de la investigación de (el fiscal especial Robert) Muller que está elevando la presión sobre una presidencia disfuncional”, expresó Hancock mediante un comunicado difundido por su oficina.
“Repetimos lo que hemos dicho una y otra vez: Denver no deja de cumplir con la sección 1373 y cumple con todas las leyes federales. Cada paso que tomamos y la función de nuestras fuerzas del orden es para mantener el más alto nivel de seguridad para todas las personas, incluyendo a los inmigrantes”, agregó.
El Departamento de Justicia volvió ayer a advertir a los líderes de 23 entidades locales, para exigirles que sus policías locales colaboren con las autoridades federales en la deportación de inmigrantes indocumentados.
Esta es la segunda ocasión en pocos meses que la Justicia envía una carta a los dirigentes de las “ciudades santuario”, aquellas urbes que se niegan a destinar recursos para perseguir a inmigrantes sin documentación en regla, después de que en noviembre apercibiera a 29 entidades.
Según el alcalde, la amenaza por parte de las autoridades federales de exigir bajo apercibimiento de que se entregue esa información es “un plan destructivo” por parte de la administración del presidente Donald Trump.
Hancock está en Washington DC participando de la Conferencia Nacional de Alcaldes, en la que también se encuentran varios de los alcaldes de las ciudades que recibieron cartas similares de Jeff Sessions, el fiscal general de Estados Unidos.
Entre esas ciudades figuran cuatro de las principales del país: Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles, así como otras con menos población, como Louisville, en Kentucky, o Burlington, en Vermont.
Tres estados, California, Illinois y Oregón, son considerados “santuarios” por el gobierno federal y también a ellos el Departamento de Justicia les envió cartas sobre el cumplimiento de las leyes de inmigración.
Usando su cuenta en Twitter, Hancock explicó que, por las cartas recibidas, él y otros alcaldes se negaron a aceptar una invitación a la Casa Blanca.
“Denver no infringe las leyes nacionales y no nos vamos a dejar intimidar. Y el mismo día (que se envían las cartas del Departamento de Justicia), él (el presidente Trump) tiene la osadía de invitarnos a la Casa Blanca para hablar de infraestructura”, escribió el alcalde en la popular red social.
“No vamos a ir a la Casa Blanca. Tenemos mejores cosas para hacer que tomarnos una fotografía con él (el presidente Trump), que nuevamente amenaza a nuestras ciudades”, afirmó.
En las “ciudades santuario”, la policía local se niega a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas que detiene y tampoco les avisa de cuándo van a poner en libertad a un inmigrante que ha cumplido cierto tiempo en prisión por haber cometido un delito.
Esa decisión, según el Departamento de Justicia, permite escapar a inmigrantes que suponen un riesgo y que, al contar con antecedentes, deben ser deportados de acuerdo con la ley.